60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Luego de 60 años los derechos humanos han dejado de ser un catalogo de principios y valores deseables para convertirse en un entramado de instrumentos legales y normativos que abarcan casi todas las dimensiones de la vida humana


Autor: Director

Luego de 60 años los derechos humanos han dejado de ser un catalogo de principios y valores deseables para convertirse en un entramado de instrumentos legales y normativos que abarcan casi todas las dimensiones de la vida humana. Han generado una nueva cultura que es hoy el pilar principal de la democracia. Sin duda la lucha de millones de personas y de defensores de los derechos humanos en todo el mundo han generado estos logros, que los Estados se comprometen a promover, defender y,  en lo posible, hacerlos una realidad.

Chile ha ratificado muchos de estos convenios, pactos y acuerdos que convierte a los ciudadanos y ciudadanas de nuestra región en sujetos del derecho universal. La mayoría dice reconocer que tiene derechos, pero pareciera que el problema de hoy es saber cuales son y principalmente como usarlos. Un largo periodo de dictadura y otro igual de largo sin una educación ciudadana efectiva dejan el campo abierto a una cultura autoritaria que se expresa en diversas formas y las podemos ver en decisiones arbitrarias del gobierno, los abusos de poder, la corrupción, la criminalización de la protesta social o en la violencia policial.

Por eso, en conmemoración de este aniversario, se iniciará una campaña en la Región de Los Ríos de información de derechos humanos y sobre todo como usar esto avances generados por la humanidad. «Tienes derechos. Úsalos» (ver adhesivo promocional Observatorio Ciudadano)

Centralización y cultura autoritaria detonan principales violaciones a los derechos humanos  en la Región de los Ríos. Tener una  nueva región abre espacios para avanzar en mayor participación y en generar sueños colectivos sobre el futuro de este territorio. Es lo que se intenta desde el gobierno con el proceso de una estrategia de desarrollo regional o desde la sociedad civil con la iniciativa «Valdivia, cómo vamos», premiada con el sello Bicentenario.

Pero todo puede quedar en eso, solo sueños, si no hay avances en materias de descentralización, donde se elijan autoridades regionales, se generen mejores espacios de participación ciudadana con incidencia y no solo procesos consultivos. La centralización es hoy un problema para la realización de los derechos humanos en la región y los conflictos ambientales son la mayor expresión de esta contradicción  entre los sueños y los efectos reales de decisiones centralistas que alteran y contaminan ecosistemas, corrompen las relaciones sociales, amenazan las economías locales y reproducen la discriminación contra el pueblo mapuche y las mujeres. Los mejores ejemplos son el poder que ejerce a nivel local la empresa Celco Arauco y la imposición de proyectos hidroeléctricos en la región de los Ríos.

La región tiene expresiones de violencia desde el estado marcadas por la discriminación y la criminalización de la protesta social (población mapuche, estudiantes, grupos y comunidades organizadas en la defensa de su territorio).  Este año 2008 vimos la acción excesiva de Carabineros en las protestas estudiantiles y de los funcionarios públicos. También la intervención y vigilancia de comunidades costeras de pescadores y huilliches que defienden el mar.

Legado político y económico de la dictadura, trabas aun presentes para avanzar en derechos  humanos. Las discusiones sobre el Instituto Nacional de Derechos Humanos y el Defensor de las Personas (Ombudsman) son un buen ejemplo de cómo la sombra de Pinochet y la mirada sobreidelogizada de los sectores que apoyaron el gobierno militar aun priman en las decisiones que buscan avanzar en los derechos humanos o ciudadanos. Las limitaciones para que estos organismos investiguen,  emitan informes o propongan reparaciones sobre las violaciones de derechos humanos que puedan afectar a la ciudadanía son expresiones de esta sombra que incide en la vida política nacional.

Cientos de casos de personas ejecutadas, desaparecidas o sometidas a tortura esperan la reapertura de una nueva etapa de las comisiones de verdad y numerosos juicios por violaciones a los derechos humanos están aun pendientes en los tribunales Aun con los avances realizados, la verdad y la justicia siguen siendo un desafío y responsabilidad de la sociedad.

El proyecto del Defensor de las Personas, reingresado al parlamento este mes,  incluye facultades para investigar a empresas privadas con fines públicos (sanitarias, eléctricas, de educación y salud) lo que ya había provocado el rechazo de los defensores del modelo económico impuesto por el gobierno de Pinochet. Esta es una realidad permanente. El poder de las empresas pesa en las decisiones políticas si estas buscan mayor transparencia, mayor distribución de los beneficios económicos que genera el país, mejores salarios,  o abrir nuevos espacios de participación.

Los informes realizados en la región de los Ríos muestran como nudos la creciente concentración de la propiedad, los problemas con la forestación, la pérdida de fuentes de agua, la cesantía, todos efectos de un modelo de desarrollo que no ha tenido regulaciones serias y cuyos efectos violan los derechos humanos de numerosas familias y comunidades.

Pueblo mapuche y derechos de la mujer. Las huellas de la discriminación en la región.  La Región de los Ríos es la tercera mas pobre del país, y la población mapuche suma a esta pobreza la discriminación que aun pesa sobre su pueblo. Hoy los desafíos son la generación de un reglamento para aplicar la ley lafkenche de uso del borde costero y los cambios institucionales que deben generarse con la aplicación del Convenio 169, recién ratificado este año por el gobierno. Ambos instrumentos deben estar presentes en las decisiones del gobierno regional para el desarrollo sin discriminación de la región.

Los principales conflictos ambientales de la región tienen como protagonistas a las comunidades mapuche huilliches. Eso no es casual, ya que efectivamente varios proyectos de desarrollo (forestales e hidroeléctricos) en la región intervienen territorios que los mapuches reivindican, que alteran sus formas de vida y cultura y que les limitan el desarrollo de otras actividades económicas.

Un estudio que realiza la Corporación Codepu sobre los derechos de la mujer en la Región de los Ríos constata la desigualdad y  evidencian la relación de inequidad que presentan las mujeres en la región a nivel económico. Es por ello que se hace urgente promover políticas públicas orienten y busquen la equidad de género  en este territorio.

Las mujeres ingresan en  desigual condición al  mercado laboral y no solo tienen sueldos distintos (en la región los hombres ganan el doble y en algunos casos el triple que una mujer por un mismo trabajo), sino también trabajos mas inestables  y sus relaciones laborales son mas precarias. Tiene menos estudios medios que las mujeres y el porcentaje de analfabetismo es mayor.

Pero sin duda la violencia marca la pauta pública sobre los derechos de la mujer. La violencia doméstica y el femicidio, si bien hay un amento en las denuncias, requieren mayores y urgentes compromisos/acciones en educación, promoción de derechos y fomentar una cultura ciudadana contra la discriminación.

Con todo,  los derechos humanos siguen avanzando por la presión y lucha de millones de personas. También en la Región de los Ríos decenas de defensores de los derechos humanos trabajan para que estos principios y herramientas primen en la defensa de este territorio y en las decisiones públicas. Si los derechos humanos están en la construcción de una ciudadanía más democrática y en las acciones de un gobierno mas comprometido, podemos lograr que  los sueños de todos y todas en esta región puedan ser posibles.

En el día internacional de los derechos humanos.
Equipos de la Corporación Codepu y Observatorio Ciudadano- Valdivia


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