Desde hace un año, Guadalupe Pérez Solano no puede ver a su hija, pues su expareja, José Mauro, consiguió, de un juzgado, la tutela de la niña de ocho años y no permite que la madre ni siquiera la visite.
Guadalupe acudió este martes a la Casa de Justicia de la ciudad de Puebla en busca de suspender la custodia, pues acusa que el padre «se llevó» a la niña tras aparentemente abusar de su confianza.
La expareja de Guadalupe habría aprovechado el acuerdo informal entre ambos en el que decidieron custodia compartida, para alegar ante la autoridad judicial que la madre «abandonó» a la niña.
Previo a su audiencia intermedia en el juzgado, la mujer afirmó que José Mauro «abusó» de su ausencia para tramitar la tutela, a lo cual accedió el juzgado.
Cuestionó el fallo judicial al señalar que el padre no permite que vea a su hija, además de que puso en duda a la nueva pareja del sujeto, a quien acusó de supuestos descuidos en su trabajo de cuidar niños.
La mujer espera una suspensión provisional en el juicio para ver a la niña de ocho años mientras continúa el litigio para revocar la custodia a José Mauro.
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Violencia vicaria
La expareja de Guadalupe cometería violencia vicaria contra la mujer, pues agrede emocionalmente a la madre por medio de su hija, al no permitirle convivir con la menor.
Este tipo de agresión no está tipificada cómo delito en la entidad poblana, por lo que no puede castigarse penalmente la presumible violencia que ejerce el sujeto contra la madre.
En el Congreso de Puebla, ingresaron a finales de mayo distintos proyectos de reforma para reconocer esta violencia, propuestas por las legisladoras Aurora Sierra Rodríguez y Mónica Silva Ruiz, aunque los puntos no han avanzado desde entonces.
Foto: Agencia Enfoque