El llamado a luchar por quienes quieren regresar a su patria a vivir con sus seres amados y con su pueblo, que los vio luchar por ellos, para poner término a una tiranía, a la que enfrentaron con valentía y con todas las formas de lucha, es hoy de mucha importancia porque el país debe conocer de esta injusticia, otra más que se suma a las muchas demandas sociales culturales y políticas que estos gobiernos de transición no han sabido responder ni solucionar.
La nueva democracia lo que hizo fue desterrar a un grupo de los luchadores políticos. De los cientos de presos políticos que tenía la dictadura en sus mazmorras, la nueva institucionalidad lo que hizo fue tratarlos como delincuentes, ninguno salió absuelto. Y a un grupo, los condenó a vivir lejos de Chile.
En este caso donde el problema es político más que jurídico, no ha existido voluntad ninguna para darle la solución necesaria y urgente, que exigimos aquellos que responsabilizamos de esto directamente al Estado, el mismo que nos habla de democracia, de libertades, de paz social, de respeto a los derechos humanos, de reconciliación, de unidad nacional y otras mentiras, cuyo único propósito es evitar hablar de este y otros temas que les complican muchísimo, porque al conversar de esto nos lleva inevitablemente a ver que la lucha contra una tiranía es legítima y no puede ser criminalizada, menos por aquellos que son justamente los que violaron los derechos humanos
En este caso, ya más que comprobado, el terrorismo de Estado, como instrumento al servicio de aquellos que controlan el poder económico, fundamentalmente, la Constitución diseñada para proteger esto, se nos presenta con que está exactamente igual a la heredada de la dictadura, con reformas de maquillaje solamente, o sea con el sistema laboral y sindical sin capacidad ninguna, las AFP, las Isapres, las limitaciones del rol fiscalizador del Estado sobre todo en la economía, la sistematización de la venta a capitales extranjeros de nuestros recursos naturales, entre estos el Cobre, el sistema de salud, el sistema educativo, lo que se plasma en este modelo que nos coloca entre los países con la peor distribución del ingreso del mundo, y en un país donde se continúan violando los derechos humanos.
Por esto es preciso que el mundo sepa de esta aberración cometida contra aquellos que lucharon contra la instalación de este modelo, que se nos impuso a chilenos y chilenas, por la fuerza, a sangre y fuego, obligándonos a aceptar y acatar este modelito y este tipo de autoridades con sus corruptas prácticas, con sus políticas vende patria. Además, dejando impregnado a todo un pueblo del más feroz de los miedos que hasta hoy perdura, en nuestra sociedad.
Exigimos el regreso a su país de aquellos que nunca tuvieron miedo y fueron los que justamente enfrentaron a ese Estado opresor, muchos de ellos apelando al primero de los derechos humanos consagrados, es decir el derecho a Rebelión, por la justicia, por la verdad, por mínima racionalidad, se exige el retorno de los luchadores desterrados por el hecho de luchar contra este modelo que, probado está, solo beneficia a unos pocos en desmedro de las inmensas mayorías.
Por Fernando Caro P.
Comité por el Fin al Destierro