El pasado 23 de marzo, el Tribunal Oral en lo Penal de Coyhaique transmitió a través del canal televisivo del Poder Judicial el testimonio de Nabila Rifo.
Según informa El Mercurio, más de 100 mil personas se conectaron a la transmisión online del caso, además de la audiencia que lo siguió por televisión abierta. El debate sobre la exposición de la intimidad de Nabila se tomó los espacios de opinión pública. Situación que terminó incluso con el despido del director de un matinal.
La discusión llegó hasta la Corte Suprema, en donde el presidente del máximo tribunal, Hugo Dolmestch, expresó que «demasiada publicidad cuando se entra en temas de orden íntimo, como pasó en este caso, no es bueno para la tranquilidad de la gente. Me parece que tendríamos que entrar a revisar esto, desde el punto de vista de las facultades que tenemos por la vía de las comunicaciones. A veces las transparencias exageradas traen dificultades».
La primera medida que comunicó el vocero y presidente de las comisiones de Comunicaciones y Transparencia del Poder Judicial, Milton Juica, será dejar de transmitir en el canal judicial el testimonio de las víctimas durante el juicio oral.
«No se van a publicitar las declaraciones de las víctimas, sin perjuicio de que la declaración del imputado puede ser dada porque es el derecho que él tiene. En cambio, la declaración de la víctima es obligatoria. Tampoco se transmitirá nada de la prueba», afirmó Juica.
Lo que sí se transmitirá serán los alegatos de apertura, la declaración del acusado, los alegatos de clausura y la sentencia. Mientras que las formalizaciones serán transmitidas de la misma forma que ahora.
«Si se le dio la oportunidad al imputado de prestar su declaración extensamente, también teníamos que darle una oportunidad a la víctima, para que el público supiera cómo había sido el suceso desde su punto de vista. Eso se hizo con la mayor buena fe, y confiamos en que los medios de comunicación le iban a dar a la información un tratamiento adecuado», explicó Juica.