En el contexto de la solicitud realizada por el brigadier (r) del Ejército, Miguel Krassnoff, a la Comisión de Libertad Condicional para acceder a dicho beneficio, conversamos con el reconocido abogado de derechos humanos, Eduardo Contreras.
Junto con recordar que ya se han otorgado ese tipo de beneficios a otros agentes de la dictadura, como Guillermo González Betancourt o Miguel Estay Reyno (el «Fanta»), el abogado sostiene que estos casos deben ser mirados con mayor cuidado y puestos en contexto, de acuerdo a algunos hechos que se han sucedido en el último tiempo.
«Si uno piensa en lo que está pasando en el país con más profundidad, por ejemplo, el documento que se publicó en La Tercera, que despertó la justa reacción de los periodistas; las declaraciones de Hernán Larraín de la UDI defendiendo a los militares y criticando a la gente que combatió en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez; y (Juan Emilio) Cheyre viajando a dar una conferencia a Colombia sobre avances democráticos, cuando está procesado por crímenes, se está creando un clima raro -yo no estoy hablando de golpe-, pero al hay que ponerle atención», señala. En este contexto, agrega, «es fundamental tratar de impedir todo lo que sea impunidad».
¿Qué razones hay detrás de la generación de este escenario? Para Contreras esto tiene relación con «las incipientes reformas que se empezaron -con todas las fallas que se conocen, las insuficiencias-, pero que de algún modo comenzaron a tocar los cimientos del poder real en Chile».
El que se haya iniciado una discusión para una nueva Constitución, la generación de una reforma tributaria, de una laboral, que se esté hablando de educación gratuita y que se haya terminado el sistema binominal, explica, «es estar tocando los cimientos del poder que creó la dictadura».
«Asesinó directamente, con sus manos»
El abogado recuerda que Krassnoff cometió «horrorosos crímenes» y que «asesinó directamente, con sus manos», trayendo a la memoria el caso de Diana Arón, una joven periodista que tras recibir cuatro balazos de Osvaldo Romo, otro de los sádicos agentes de la DINA, cayó en las manos del ex brigadier en 1974, en Villa Grimaldi, mientras estaba embarazada.
Fue el mismo «Guatón», como llamaban a Romo, quien declaró años después que “Diana fue ultimada por el capitán Krassnoff, cuando ya no podía sacarle ninguna declaración», agregando que el militar «la agredió con tal brutalidad que le produjo una hemorragia y todo el suelo quedó con un charco de sangre, que debe haber sido parte del feto que perdió por culpa de los apremios».
El cierre de Punta Peuco
Por último, el abogado se refirió a otra de las polémicas generadas en torno al caso Krassnoff y que tiene que ver con la permanente demanda de cierre del penal de Punta Peuco.
Contreras reconoce que desde el gobierno «ha habido reacciones distintas» al respecto, algunas de las cuales plantean que es una alternativa «que se está viendo». Sin embargo, sostiene que «si terminada la gestión del gobierno no se cierra Punta Peuco, sería una derrota del ejecutivo en materia de derechos humanos muy fea».
Daniel Labbé Yáñez