Luego de las repudiables palabras del ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Darío Lopérfido, y los despidos consumados por el estado macrista en el Archivo Nacional de la Memoria y distintos programas de Derechos Humanos, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto mantendrá una reunión esta tarde con el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Cabe recordar que Macri había desestimado el encuentro «por falta de tiempo». “Mediante una carta dijo que no puede recibirnos, adujo no tener tiempo por actividades múltiples, nos derivó con Marcos Peña”, contó Estela de Carlotto a un diario argentino.
“Estamos viviendo momentos muy duros, inquietantes, vemos muchas conductas agresivas que se nos van incorporando a lo cotidiano. Todo nos está dejando un sabor de un autoritarismo terrible que desprecia al pueblo”, resaltó Carlotto.
El encuentro, del que también participará Madres de Plaza de Mayo- línea fundadora-, se da en medio de la polémica por las declaraciones del funcionario macrista Lopérfido, quien señaló: «No hubo 30 mil desaparecidos, se arregló ese número en una mesa cerrada”.
En esa misma dirección, el secretario porteño sostuvo que Argentina “es un país con una historia violenta pero no menos violenta que en otros países del mundo”. “La historia argentina dice que los Montoneros construyeron la democracia cuando en realidad la atacaron”, cerró.
Carlotto salió fuertemente al cruce y declaró en una entrevista radial: «Qué maldad empezar a manejar esta cifra. Si este señor considera que ese no es el número que nos dé la lista de lo que el piensa que son”.
“Nosotros manejamos esa cifra porque los propios depredadores lo llevaron a 45 mil. Hay montones de denuncias que no han quedado registradas porque hubo familias enteras que fueron diezmadas. Se registraron las denuncias como se pudo», agregó y aseveró que «todavía seguimos recibiendo denuncias de nietos nacidos en cautiverio”.
En este contexto hostil, el encuentro se llevará a cabo a partir de las 18 en el despacho del funcionario Marcos Peña, ubicado en el primer piso de la Casa Rosada, tras los reiterados reclamos para que el Ejecutivo nacional reciba, tras más de un mes en el gobierno, a los organismos de DDHH.