Residentes estadounidenses de la zona fronteriza con México, llegaron a Washington D.C., capital de EE.UU., para denunciar los abusos y excesos que comete en sus vecindarios la patrulla fronteriza, a la que acusan de extralimitar sus funciones de control migratorio.
Los ciudadanos dicen haber experimentado un incremento en las acciones ilegales de acoso a los residente, cacheos, insultos y agresiones, como consecuencia de las normativas antiinmigrantes.
Durante su presencia en Washington estarán visitando a legisladores con el propósito de persuadir su apoyo a un proyecto de ley que atendería sus demandas.
La propuesta legislativa que ya ha sido aprobada por la mayoría demócrata en la Cámara Baja, se enfrenta ahora a un futuro incierto en un Senado de mayoría republicana alineada a la retorica antiinmigrante de Donald Trump.
Según la activista Christie Parker, lo que ocurre en la frontera es consecuencia del abuso de poder del presidente Trump.
Por otra parte organizaciones defensoras de migrantes denuncian que EE.UU. solo asila a 3 de 51.400 solicitantes
De los 51.407 solicitantes de asilo que EE.UU. ha retornado a México, entre el 29 de enero y el 15 de octubre de 2019 a la espera de una resolución, solo 3 han recibido dicha protección internacional, alertaron este martes organizaciones de ambos países especializadas en migración.
Denunciaron que, en parte, se debe a que los migrantes no tienen la posibilidad de acceder al debido proceso y representación legal y, en consecuencia, a ganar sus casos.
El 20 de diciembre de 2018, México aceptó el ‘Protocolo Quédate en México‘ (también conocido como ‘Migration Protection Protocols y Remain in Mexico’) para recibir a solicitantes de asilo de EE.UU. en su frontera norte para esperar la resolución de su caso ante las cortes estadounidenses.
Las organizaciones acusan que dicho protocolo «abre la puerta a la violación del derecho al asilo de las personas y evidencia la complicidad del Gobierno mexicano para que el Gobierno estadounidense cierre su sistema de asilo».
Los migrantes han sido devueltos principalmente por Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua; Matamoros y Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas; y Tijuana y Mexicali, en Baja California, todos en el norte de México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación.
Secuestros y abuso sexual
El Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) informó además que, de acuerdo con un monitoreo en línea de 70 publicaciones, entre septiembre y octubre se registraron 418 reportes de secuestro de solicitantes de protección internacional en la frontera norte de México, de los cuales el 90% estaban a la espera de una resolución sobre su solicitud de asilo.
El 13% de los 418 casos eran mujeres, «quienes también sufrieron abusos sexuales», denuncia la organización, mientras que 50 eran menores de edad y en 38 casos se trataba de familias.
Apenas el 30 de octubre pasado, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que los abusos y la violencia contra los migrantes han ido en aumento.
Un reporte de MSF, que se centraba en la población migrante en la frontera sur de México, daba cuenta de secuestros, violaciones sexuales y torturas, como descargas eléctricas en los genitales, en su contra cometidos por grupos criminales.
Cortesía de HispanTV y RT
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