Alberto Morales Rucal, 80 años de edad, anciano mapuche de la comunidad Pancho Curamil, resultó con graves lesiones en su cuerpo y una fractura en la zona toráxica, producto de los golpes recibidos por parte de Carabineros tras permanecer detenido la noche del viernes 02 en un calabozo policial en la ciudad de Collipulli, según han denunciado los dirigentes de dicha zona en la comuna de Ercilla.
Morales Rucal, transitaba por su propio camino vecinal en las inmediaciones de la localidad de Butaco junto a Claudio Huiquillan de 27 años , luego de realizar faenas forestales, cuando fue interceptado por fuerzas policiales, reducido puesto al suelo y con las manos sobre sus cabezas y posteriormente subidos a un furgón policial y trasladado a Collipulli. “Primero me golpearon y fuimos lanzado a un calabozo, y me preguntaban por un incendio, al otro día nos soltaron en la mañana” indico el comunero mapuche desde su residencia donde se encuentra hoy sin poder levantarse.
En el día de hoy (5 de noviembre), tras concurrir al Hospital de la ciudad de Victoria, según consta en el diagnóstico médico, se evidencia una “fractura en la 6° costilla derecha”, producto de los golpes propinados por la policía, según denunció el mapuche mayor “me decían que confesará que yo hice un incendio, pero yo no se nada de eso” puntualizó desde su hogar donde permanece postrado. Cabe recordar que en los días anteriores a la detención de ambos comuneros se produjo un incendio, sobre lo cual se presume que se les acusa a los detenidos, lo cual fue profusamente difundido por los medios de comunicación.
Para el werken de la zona y de la ATM, Alberto Curamil “esta es una evidencia más del actuar direccionado desde el Ministro del Interior y que busca dañar a los grupos vulnerables de nuestras comunidades como son los niños y ancianos. No olvidemos al logko de Likanko de la misma edad que sigue en riesgo vital en Temuco y en total desamparo de un gobierno que lo ha violentado”, asegurando que realizarán las acciones legales en los tribunales en los próximos días, partiendo por denunciar el maltrato a la fiscalía militar de Angol dentro de la presente semana.