Miles de argentinos se congregaron hoy en la histórica Plaza de Mayo, en Buenos Aires, en una marcha convocada por organizaciones de derechos humanos en protesta a una reciente decisión de la Corte Suprema que decidió aplicar el denominado «cómputo del 2×1» a un represor de la última dictadura militar.
Delante de miles de personas ataviadas con pañuelos blancos, como símbolo de apoyo popular a las organizaciones pro Derechos Humanos Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, las portadoras de los pañuelos originales, que visten desde hace 40 años, los convocantes leyeron un manifiesto en el que dejaron claro que los familiares de los desaparecidos «ni olvidan, ni perdonan».
«Los delitos de lesa humanidad no son delitos comunes, no prescriben», advirtió Nora Cortiñas, integrante de la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo, quien señaló que «por primera vez el Senado, por unanimidad, le respondió al pueblo» ante lo que consideró un «acto de inmoralidad cometido por los miembros de la Corte».
Cortiñas se refiere a la aprobación por unanimidad de un proyecto que restringe la aplicación de reducciones de condena para los delitos de lesa humanidad, esto en el Senado.
«Hay poco o mucho que decir sobre esta manifestación multitudinaria», expresó a los medios tras el acto y visiblemente emocionada Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien subrayó que la manifestación no nació de «ningún tipo de partidismo», sino del repudio popular a la «barbaridad que se mandó la Corte Suprema».
«Fue un pedido de las redes sociales, que comenzaron a preguntar si podían llevar hoy el pañuelo blanco», aclaró Almeida sobre la elección del uso de esta prenda, con la que desde abril de 1977 llevan reclamando por sus hijos desaparecidos durante la dictadura, quien agregó que «el pañuelo es, además, el símbolo de los 30.000».
Por su parte, la intervención de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, estuvo teñida de los gritos de la multitud asistente que retumbaron en la plaza cuando leyó los nombres de los represores de la dictadura que podían verse beneficiados por el «2×1», así como del clamor «el pueblo unido jamás será vencido».
«Acá está el pueblo, un pueblo más sabio, más comprometido, más fuerte para resistir estos embates que nos retrotraen a un pasado siniestro y que quieren consolidarse como un presente y futuro», señaló de Carlotto, y añadió que «afortunadamente la sociedad ha reaccionado con firmeza».
En la jornada de hoy, el presidente Mauricio Macri también manifestó su rechazo a la norma y la consideró un mecanismo «a favor de la impunidad»: «Estoy en contra de cualquier herramienta que sea a favor de la impunidad. Más aún cuando esa herramienta se quiere aplicar para delitos de lesa humanidad», señaló el mandatario.