Al cumplirse 10 años de la desaparición en democracia de Florencia Penacchi, sus familiares y amigos, junto a diversas organizaciones feministas, militantes de género y colectivos fotográficos, realizaron el lunes 16 una «Jornada de Visibilización y Lucha contra la Trata Sexual» con intervenciones callejeras en diferentes espacios públicos de la ciudad de Buenos Aires, que se repitieron en otros puntos del país, como la Ciudad de Santa Fé y Tucumán. Como cierre de la jornada se realizó un festival frente al Palacio de Tribunales porteño, que contó con la participación de Salta La Banca, Los Tambores No Callan, El Yeite, Cadena Perpetua y Las Manos de Fillipi. Allí mismo además se realizó un acto central, donde Nidia Aguilera leyó una carta en memoria de su hija. Muchos otros familiares de mujeres desaparecidas dieron también su testimonio. «Hoy siento la necesidad imperiosa de una respuesta impostergable, llevar tu caso y tantos otros para que haya un debate social comunitario donde no esté el Estado y la Justicia ausente, que pueda contenernos», expresó la madre de Florencia. Imágenes: Red de Acción Fotográfica-RAF (Intervenciones en Buenos Aires, Santa Fé y Tucumán) / ANRed (Festival en Buenos Aires).
Al cumplirse 10 años de la desaparición en democracia de Florencia Penacchi, sus familiares y amigos, junto a diversas organizaciones feministas y militantes de género realizaron el lunes 16 una «Jornada de Visibilización y Lucha contra la Trata Sexual». Hubo intervenciones en lugares como la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fé y Tucumán
Durante la jornada los familiares y amigos realizaron intervenciones en diferentes espacios callejeros de la ciudad de Buenos Aires como subtes, escaleras, calles y avenidas por donde usualmente muchos trabajadores y trabajadores transitan a diario, y donde buscaban instalar la idea de que a la desaparición de mujeres para su explotación sexual es un tema naturalizado en la sociedad que cuenta con la connivencia de clientes e instituciones, como la policía, la justicia y los gobiernos municipales, provinciales y nacionales, en lo que se constituye como una verdadera gran red de trata.
Mientras las acciones se repetían en otros puntos del país, como la ciudad de Santa Fé y Tucumán, en Buenos Aires mientras caía el sol comenzaban los preparativos para el festival que se llevó a cabo frente al Palacio de Tribunales porteño, que luego también tuvo como punto fuerte el acto central de amigos y familiares de Florencia Penacchi y de otras mujeres víctimas de la trata con fines sexuales.
Del festival participaron solidariamente bandas como Salta La Banca, Cadena Perpetua, Las Manos de Fillipi, El Yeite y también se sumaron los integrantes de Los Tambores No Callan.
En un descanso en medio de los shows, los familiares y amigos de Florencia Penacchi y de otras víctimas se dispusieron a realizar el acto central de la jornada. Allí la madre de Florencia leyó, en primer lugar, una carta en memoria de su hija, donde señaló: «El misterio que rodea tu desaparición nos remite a lo siniestro, un agujero negro que provoca un efecto estremecedor. Sabemos que no te fuiste con un amigo ni a otro lugar por decisión propia. La incertidumbre de no saber la verdad sostiene esta pena profunda, la angustia y el desamparo social por la falta de respuestas. Pensar en «la trata» nos lleva a pensar que la estructura que la sostiene tiene implicancias profundas en un Estado carente de la función de garante real y simbólico«.
Luego empezaron a tomar el micrófono una gran cantidad de familiares de otras víctimas de trata y de otras formas de violencia de género que se acercaron a la actividad a brindar su apoyo, de los cuáles damos cuenta de algunas de las intervenciones, a modo de ejemplo, de las realidades que viven miles de familias a lo largo del país:
Norberto Uriarte, padre de Otoño Uriarte, joven de 16 años que desapareció el 23 de octubre del 2006 en la localidad rionegrina de Fernández Oro y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el Paraje El 30, en las afueras de Cipolletti, siete meses después, siendo sobreseídos los siete hombres acusados de haberla violado y asesinado. «La hipótesis de trata nunca se investigó y se prevé que la causa se cerrará por falta de incorporación de pruebas«, denunció el padre de la joven. Asimismo recalcó que en el sur las empresas mineras, como Chevrón, están explotando la patagonia y que «luchar contra la minería significa luchar contra la trata» que se genera en torno a ese tipo de actividades.
Por su parte, Margarita Meiar, madre de Susana Maker – quien fue secuestrada y desaparecida en Buenos Aires en febrero de 1991 mientras estaba embarazada – remarcó: «sabemos dónde están las chicas desaparecidas: en los prostíbulos. A ’Susi’ se la llevó un mafioso de nombre Luis Rafael Olivera, alias ’palito’, socios de los señores de enfrente (dijo señalando a los tribunales). Se la llevó haciéndose el novio. Susy tenía 16 años en ese momento. Claro que para los jueces de menores Caimi, Caravatti, Petiquiani, Comparatore, Irurzún, Del Castillo, Leida, Arias y Tonelli, ese mafioso era el supuesto marido. Ellos no estaban para cuidarla, porque se supone que ella sabía lo que hacía. Llegué a hablar con el entonces agente de la SIDE Raúl Martins, pensando que era el indicado para abordar la situación. Era como pedirle al lobo que cuide a las ovejas. Me enteré luego que ella no podía escapar porque la amenazaban conque iban a matarme a mi y a su hermanita.»
Asimismo agregó que la entristecían y se sentía invadida por una «indignación enorme» al ver que la hinchada de Boca Juniors vanaglorie a Luis Conde, al que definió como «el proxeneta mayor de Buenos Aires», al ver los papelitos que hay siempre en la zona de los tribunales ofreciendo «servicios sexuales»: «uno sabe perfectamente por la cantidad de chicas que rescató y que se habla, que en todos los prostíbulos, en los 1200 prostíbulos de la ciudad hay más de 10 chicas secuestradas por prostíbulos, para ser violadas por más de 20 hombres por día. La peor violencia la tenemos en cada prostíbulo abierto«.
La madre de Maira Natalí Castro, desaparecida el 13 de mayo de 2010 en Lugano, relató que su hija desapareció luego de que el culpable de que eso haya sucedido la llamó indicándole que se «ponga la mejor ropa que tenía, para encontrarse en el hipódromo», y que luego quedó para el juzgado como testigo cuando «debería ser el imputado» de la desaparicion de Maira. «Lo tomaron como un caso normal de una chica que desapareció con el novio, cosa que no fue así – siguió su relato – Para recién un año y medio después pasarlo a un juzgado federal. Hasta el día de hoy no la volvimos a ver».
También dieron su testimonio: Silvina prima de Dahiana, aparecida muerta el 16 de marzo de 2015; Javier, hermano de Mariela Tasat, de 14 años, desaparecida desde el 2002 en Lanús; una integrante de Asociación Anahí, que leyó una carta de apoyo de Susana Trimarco, madre de la desaparecida Marita Verón; Pedro Pennacchi, hermano de Florencia; Adriana Gordó, que leyó una carta porDana Pechi, desaparecida en 2003 y nuevamente en el 2005, quien se supo que tuvo una beba en cautiverio; Silvia, madre de Milagros González, de Burzaco, desaparecida en 2013 y que luego logró escapar para contar lo que vio y padeció; y, finalmente, Silvina Berman, quien leyó una carta de los amigos de Florencia Penacchi.
A continuación, reproducimos íntegra la carta leída por Nidia Aguilera, madre de Florencia Penacchi:
Querida hija, se cumplen diez años, sólo una década o tres mil seiscientos cincuenta días sin tu presencia.
Tenemos que pedirte perdón porque no supimos, no pudimos ni logramos encontrarte. El misterio que rodea tu desaparición nos remite a lo siniestro, un agujero negro que provoca un efecto estremecedor.
«Siniestro» digo porque hay fuerzas que se mueven en las sombras, vos no te esfumaste un día diáfano, era el mediodía. Alguien colaboró para esto, gente que se mueve en las tinieblas, fuerzas de las que un ciudadano común como nosotros no tiene información y, sin embargo, poseen poder efectivo para su accionar criminal.
Sabemos que no te fuiste con un amigo ni a otro lugar por decisión propia. Cómo partiste es todavía una falta de certeza… ni siquiera tu nombre escrito en una puerta para poder seguirte hacia ese otro lugar donde te encuentras.
Aunque el paso de los días mitiga el impacto, el dolor de la herida de tu falta no cede, está siempre presente. La incertidumbre de no saber la verdad sostiene esta pena profunda, la angustia y el desamparo social por la falta de respuestas. Pensar en «la trata» nos lleva a pensar que la estructura que la sostiene tiene implicancias profundas en un Estado carente de la función de garante real y simbólico.
Es llamativo que la Justicia no llegue a ningún puerto en tu caso; la vivencia de desamparo se agiganta y crece con los diez años de tu ausencia. Se fueron la tía Susa, Piba y Cristinita sin volver a verte.
Hoy siento la necesidad imperiosa de una respuesta impostergable, llevar tu caso y tantos otros para que haya un debate social comunitario donde no esté el Estado y la Justicia ausente, que pueda contenernos y ver la luz al final de un camino que hasta ahora transitamos a oscuras.
Quiero agradecer a nuestros compañeros de ruta durante estos larguísimos diez años, mi familia, los amigos, Juan Carr y Red Solidaria, los doctores María Furman y Federico Rovina, primeros abogados en la causa, y a nuestro actual abogado, Gabriel Beckez, quienes nos demostraron la solidaridad social inquebrantable que víctimas de eventos como el de Florencia necesitan.
Nidia Aguilera (mamá de Florencia Pennacchi)
Imágenes de las intervenciones en Santa Fé y Tucumán de la Red de Acción Fotográfica-RAF:
Ciudad de Santa Fé
Tucumán
Para ver más imágenes: Red de Acción Fotográfica-RAF
via Anred