El pasado 29 de enero, fue encontrado muerto Homero Gómez González, un conocido defensor mexicano de la mariposa monarca y sus santuarios, en el estado de Michoacán, tras permanecer desaparecido durante dos semanas.
Tres días después, en el mismo estado mexicano, fue hallado sin vida Raúl Hernández Romero, otro activista de la mariposa monarca, quien había sido reportado como desaparecido desde el 27 de enero.
El cadáver de Gómez fue encontrado dentro de un pozo de agua en el municipio Ocampo, cerca de una reserva forestal en las montañas que él mismo protegía desde hace tiempo, por ser el hábitat de las mariposas. Las autoridades informaron que sufrió un golpe en la cabeza y se ahogó.
El cuerpo de Hernández, quien trabajaba como guía turístico en santuarios de la mariposa monarca, fue hallado en el predio Las Balsitas, en la cima del santuario El Campanario, ejido El Rosario, también en el municipio Ocampo. Tenía varios golpes contusos en diferentes partes del cuerpo, así como una herida en la cabeza, hecha con un objeto cortante.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que abrió la investigación por ambos casos.
El santuario más grande del mundo
Gómez, de 50 años, un ingeniero agrónomo con especialidad en fototecnia, era quien administraba el Santuario El Rosario, el más grande del mundo dedicado a la protección de los lepidópteros, ubicado en el municipio Ocampo.
El santuario está ubicado en la Reserva de Biósfera de la Mariposa Monarca, un lugar declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2008.
Su última publicación en Twitter fue el pasado 13 de enero, antes de que fuese reportada su desaparición. Gómez publicó una fotografía, que acompañó con la leyenda: «En el Santuario El Rosario Ocampo Michoacán. Hoy uniformando a los guías de turismo apoyo».
Con regularidad, Gómez publicaba videos en los que se podía observar a las mariposas en el santuario, donde llegan procedentes de Canadá y permanecen, aproximadamente, de noviembre a marzo.
La lucha contra la tala y en pro de reforestar
La Reserva de Biósfera de la Mariposa Monarca es, también, un importante espacio de bosques de oyamel, pino, encino y cedro, que atrae a la tala ilegal, contra la que luchaba Gómez.
Junto a otros pobladores de la zona, como Hernández, este hombre se internaba en los bosques en busca de los taladores clandestinos; debido a que las autoridades forestales solo están en los caminos y no entran a estos espacios, de acuerdo a un reporte de La Voz de Michoacán, que en 2018 hizo un recorrido con los activistas, entre ellos Gómez.
«Seguramente estaba afectando intereses de personas que se dedican a talar de forma ilegal en la zona», dijo Mayte Cardona, vocera de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán.
El propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció la problemática de la tala ilegal en el país. En su conferencia de prensa matutina, el pasado jueves, tras lamentar la muerte de Gómez, dijo que esta práctica es una constante «en varios estados y está vinculada también a organizaciones delictivas«.
Además de luchar contra la tala ilegal, este ingeniero forestal trabajó en la reforestación de áreas que habían sido tomadas para la siembra de maíz y otras especies.
Gómez «trabajó en la conservación del bosque y a la protección del hábitat invernal de las mariposas, a través de la reforestación de zonas degradadas», dice un mensaje del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Peligro para activistas ambientales
«Condenamos que la defensa del territorio, los recursos naturales y la biodiversidad convierta a los activistas en víctimas de persecución, amenazas y hechos cobardes como el quitarles la vida», señala, por su parte, Greenpeace, en un mensaje de condolencias a la familia de Gómez.
En los primeros nueves meses de 2019, según Amnistía Internacional, fueron asesinadas 12 personas que se dedicaban al activismo ambiental en México; entre ellos la bióloga y ambientalista Nora López, quien era la encargada del proyecto de reproducción de la guacamaya roja en el Parque Ecoturístico Aluxes, y cuyo cuerpo fue hallado sin vida en agosto pasado.
Entretanto, en 2018, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) fueron abatidas 21 personas «por defender la tierra, el medioambiente y el territorio».
Cortesía de RT
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