“Mándale un balazo” es la respuesta dada por un funcionario de carabineros cuando le informaban que un grupo de mapuches incursionaba en el fundo del empresario Jorge Luchsinger, protegido por efectivos policiales. El incidente culminó con la muerte de Matías Catrileo el 3 de enero de 2008.
Así lo revela un audio divulgado este jueves por el abogado de la familia de Matías Catrileo, Jaime Madariaga. El joven ultimado estudiaba Agronomía en la Universidad de la Frontera.
La grabación fue obtenida por un peritaje que ordenó el abogado Madariaga, quien aseguró que el audio “demuestra la intención de matar que los carabineros tuvieron en ese operativo”.
El registro de la Central de Comunicaciones de Carabineros da cuenta de las comunicaciones entre dicha central y los policías que custodiaban el fundo del empresario en Vilcún, cumpliendo con una medida de protección que la fiscalía le otorgó a Jorge Luchsinger.
“Están atacando el fundo por la parte posterior. A la vista alrededor de 20 (personas)”- es la primera comunicación que recibió la Cecom dicho día.
El diálogo de los uniformados se desarrolló como sigue:
– “¿Con qué elementos estarían atacando?”- preguntan los de la central policial.
– “Armamentos, piedras, piedras y están quemando unos fuegos que tenían acá, pero por la parte posterior, posterior“- responde uno de los funcionarios apostados en el fundo Santa Margarita de Luchsinger.
– “Mándale un balazo“- responden de la central.
En la comunicación se informa posteriormente que “en total al interior del terreno hay 16 fogatas aproximadamente”, indicándose luego que en el lugar hay un cartel de la “Coordinadora Arauco Malleco”.
Luego el joven mapuche caería herido de muerte y sus compañeros en el traslado llaman a radio Biobío contando de la situación.
VIOLENCIA INNECESARIA
La última semana de junio la Corte Marcial confirmó el procesamiento del cabo 2º Walter Jhonattan Ramírez Inostroza, acusado de ejercer violencia innecesaria con resultado de muerte.
El 29 de junio el peritaje efectuado al cuerpo de Catrileo por la Policía de Investigaciones daba cuenta de la ausencia de pólvora en las manos del joven acribillado, lo que descarta que la víctima hubiese disparado una escopeta u otra arma de fuego al momento de ser tiroteado, que era la versión sostenida por los uniformados.
El Ciudadano