«El aislamiento, la cuarentena y otras medidas similares para frenar y contener la propagación de COVID-19 deben llevarse a cabo cumpliendo estrictamente los estándares en materia de derechos humanos», indicó la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en un comunicado.
Bachelet insistió en que las medidas deben ser proporcionales al riesgo evaluado y se debe evitar perjudicar a los más vulnerables como «aquellos con bajos ingresos, poblaciones rurales, personas que padecen enfermedades, discapacitados y personas mayores que viven solas o en instituciones».
«Si bien las autoridades pueden juzgar que es necesario cerrar las escuelas, esto puede hacer que los padres tengan que quedarse en casa y no puedan trabajar, una medida que probablemente afectará desproporcionadamente a las mujeres», sostuvo.
El autoaislamiento puede resultar en una pérdida de ingresos «con consecuencias de gran alcance».
La alta comisionada reconoció que «es difícil actuar con equilibrio cuando se toman decisiones complejas».
«Sin embargo, nuestros esfuerzos para combatir este virus no funcionarán a menos que lo abordemos de manera integral, lo que significa tener mucho cuidado para proteger a las personas más vulnerables y desatendidas de la sociedad, tanto en el plano médico como económico», enfatizó.
Bachelet puntualizó que el coronavirus es una prueba y la humanidad se adapta a medida que responde a la enfermedad.
«La dignidad y los derechos humanos deben ser la piedra angular de estos esfuerzos», apostilló.
Cortesía de Sputnik
Te podría interesar