La conmoción que están causando en Alemania los casos de abusos en colegios católicos ha impulsado a la canciller, Angela Merkel, a convocar una cumbre de urgencia que se celebrará el 23 de abril y que será preparada a conciencia por dos de sus ministras, la de Familia, Kristina Schröder, y la de Educación, Annette Schavan.
Las dos ministras pertenecen a la Unión Cristiano Demócrata y sus posiciones no han sido en ningún momento tan críticas con la Iglesia católica como la de la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, que, sin embargo, no ha sido convocada.
También acudirán las directivas de los centros educativos afectados, representantes de las iglesias católica y evangélica, así como asociaciones familiares, asociaciones de profesores y de Ayuntamientos y Länder.
El objetivo de la reunión será perfilar un proyecto de asistencia y ayuda a las víctimas y la elaboración de un programa de prevención y de fijar las líneas de proyectos educativos que informen a los niños y jóvenes sobre cómo evitar los abusos por parte de adultos y cómo dar la alarma en su entorno.
«La terrible lacra de los abusos a menores tiene lugar en diferentes terrenos. No sólo en los colegios e internados, sino también en asociaciones deportivas, en servicios de atención a los menores e incluso dentro de las familias. Y eso hace que sea muy urgente crear estrategias generales que permitan a los niños defenderse de esas situaciones», manifestó ayer la ministra de Familia.
Schröder baraja la inclusión en el currículo de cursos de prevención y ciclos de conferencias en los centros educativos para concienciar a niños y jóvenes, ayudarles a identificar situaciones de abuso y enseñarles cómo pedir ayuda. El programa busca también entrenar a padres y educadores para detectar posibles abusos en el entorno del niño y reaccionar de la forma adecuada.
El obispo de Trieste, Stephan Ackermann, ha confirmado la asistencia a la cumbre de representantes de la Conferencia Episcopal alemana y ha «agradecido a la ministra Schröder la preparación de esta reunión de la que se esperan importantes frutos».
«UN PASO MUY IMPORTANTE»
Horas antes, la canciller alemana, Angela Merkel, había alabado la actuación de la Iglesia católica alemana asegurando que «ha dado un paso muy, muy importante al decidir dar publicidad a todos estos hechos», en referencia a los abusos cometidos en colegios religiosos alemanes.
Durante un encuentro con corresponsales extranjeros, Merkel señaló que «es un paso en la buena dirección» y que el hecho de que los máximos representantes de la Iglesia católica hayan pedido abiertamente disculpas a las víctimas es «decisivo» para que el asunto sea gestionado de la mejor forma posible.
Merkel corregía así la posición del Gobierno alemán, saliendo al paso de las declaraciones de su propia ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, que a primera hora de la mañana había reprochado veladamente al Vaticano dificultades en las investigaciones, en las que reinaba, dijo, «un muro de silencio».
El Vaticano ha apoyado los esfuerzos de la diócesis alemana de Ratisbona para aclarar el escándalo de abusos sexuales en el coro de la Catedral, denunciado por uno de los niños cantores que perteneció a la formación en las décadas de los 60, y ha agradecido su «disposición de analizar este asunto doloroso en una forma decisiva y abierta».
Mientras tanto, siguen sumándose las denuncias que conmocionan a la sociedad alemana. Hoy se han conocido otros cuatro casos de abusos en los que ex alumnas de la escuela privada de Odenwald, en Heppenheim, aseguran que fueron usadas por dos profesores como «juguetes sexuales», aunque en este caso todavía no se ha pronunciado la Fiscalía.
Por Rosalía Sánchez
Fuente: www.elmundo.es