“¿Por qué poner al sujeto joven en la mira. Señalándolo como mapuche, okupa, encapuchado, estigmatizándolo y de alguna manera invalidándolo como sujeto?”, se preguntaba anoche –miércoles 20 de junio-, Silvia Aguilera, directora de la Editorial LOM, en la presentación del libro ‘Caso Bombas. La explosión en la Fiscalía Sur’, de la periodista Tania Tamayo Grez, ante un auditorio lleno en el Museo de la Memoria. Y agregaba que el libro viene a ofrecer un espacio para ejercer el derecho a la información que tenemos todos los ciudadanos y ciudadanas.
Si hay una certeza, luego de casi dos años de proceso en el llamado ‘Caso Bombas’, es que las 14 personas que fueron encarceladas, acusadas de poner los cerca de 200 artefactos explosivos que estallaron en Santiago desde el año 2005, son inocentes, según determinó la Justicia chilena. Si hay una deuda, es de los medios de comunicación y del periodismo, que hizo eco del poder político y replicó sus argumentos, sentenciando a este grupo de personas sin pruebas, en una etapa en que el derecho establece que todo acusado es inocente hasta que se pruebe lo contrario.
La presentación del libro ‘Caso Bombas. La explosión en la Fiscalía Sur’, de Tania Tamayo Grez, estuvo a cargo de dos connotadas periodistas: Faride Zerán -Premio Nacional de Periodismo 2007-, y Alejandra Matus -autora de ‘El libro negro de la Justicia chilena’-. Ambas coinciden en el rol mediocre que en este proceso cumplieron la mayoría de los medios de comunicación, con editores y reporteros incluidos.
Faride Zerán enfatizó en el estado en que se encuentra el procesamiento de la información en Chile, lo cual queda en evidencia al revisar textos y el tratamiento de la noticia, con un “periodismo con bajos estándares de ética y de rigor”, señaló la también maestra de la Universidad de Chile.
Y agregó que una cosa es que la Justicia en muchos casos no cumpla con su deber, o que ceda a las presiones de otros poderes del Estado, y otra que el periodismo haga de caja de resonancia de esos poderes. En nuestro oficio se ha acostumbrado demasiado, últimamente, a basarse en los comunicados de prensa oficiales, y se ha dejado de lado el reporteo en la calle, que va en busca de la noticia en donde se producen los hechos para explicarlos.
Tania Tamayo ha trabajado en diversos medios de comunicación independientes y, según Zerán, es heredera del mejor periodismo de investigación de este país, donde se encuentran nombres como María Olivia Monckeberg, Cristóbal Peña, Mónica González, Alejandra Matus, entre otros. Con este libro da cuenta de un episodio en que personas inocentes, son acosadas por poderes del Estado en busca de mostrar resultados a como de lugar, sin ofrecer garantías de derechos a las personas.
La misma Alejandra Matus, agregó que no se puede olvidar que en este caso, en que coincide con Zerán que el periodismo diario está en deuda, diez de las personas acusadas pasaron 8 meses en prisión, incluso fueron incomunicadas, y esa es una de las principales injusticias de las que la prensa se hizo cómplice.
RECUPERAR EL PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
El historiador Sergio Grez, quien además es tío de la autora del libro, señala que es de vital importancia que se haga el esfuerzo de editar un libro como este, dado que “el buen periodismo de investigación se ha perdido en este país desde hace mucho tiempo, yo diría desde el golpe de Estado a la fecha, que hay muy poco. Sobre todo en los contextos en que hay un duopolio de la prensa escrita –El Mercurio y Copesa-, como de la prensa televisiva que también responde a los grandes intereses”, señaló.
Al mismo tiempo agregó que “es importante que exista un periodismo que cumpla con el rol fiscalizador que necesitamos para la construcción de una ciudadanía crítica, reflexiva y autónoma de los grandes poderes”.
El historiador apuntó al hecho de que este libro aparece en un momento que coincide con la absolución de las personas acusadas, y “aunque le duela al Ministro Hinzpeter, quien ha dicho que se va a querellar, ha quedado demostrado que este fue un montaje de punta a cabo”.
Matus recordó que en los primeros años de esta “democracia pseudoejemplar”, el Ministro del Interior de la época, Enrique Krauss, también puso en la mira a una persona, acusándola de la muerte de Jaime Guzmán. Se señaló como culpable a Sergio Olea Gaona, a quien dieron por culpable con la anuencia de los medios de comunicación de la época, y luego, por un azahar, la Policía de Investigaciones dio con los responsables reales y sólo por eso se le dejó de señalar.
Con esto, la periodista, ejemplifica que los montajes en contra de personas que han luchado o mostrado una posición antisistémica, no son sólo un recuerdo de la dictadura o que se le puedan atribuir a este gobierno de derecha, sino que se han utilizado y se siguen utilizando desde el poder.
“¿Cuántas personas están presas hoy siendo inocentes?”, se pregunta Matus, y concluye diciendo que eso no lo podemos saber. Sobre todo en un Chile en que hay menos mecanismos que antaño para protegerse de los abusos del Estado, dado que ahora no hay una Vicaría de la Solidaridad con la fuerza que tuvo en dictadura, y las organizaciones de derechos humanos tienen mucha menos resonancia que en esos años en que se les escuchaba, al menos fuera del país.
Por eso es que la periodista considera que se debe felicitar que editoriales como LOM, que hoy como ayer, suplen la necesidad del público de estar bien informados, y aplaude el trabajo de Tania Tamayo, quien tuvo la valentía de escribir este libro y de llevar a feliz término esta investigación.
La autora del libro señaló que “la realidad no sólo supera a la ficción, sino que también a la teoría, porque en la Escuela de Periodismo no nos enseñan a lidiar con el miedo de las fuentes a entregar su versión ni a ganarse su confianza. (…) Tampoco nos enseñan a lidiar con nuestro propio miedo”, indicó. Y ejemplificó con que se vio en más de una ocasión caminando con ese miedo en la calle, pensando que le podían seguir o que le podían tener intervenido el teléfono.
Tamayo contó que el día en que el libro debía anterior a entrar a imprenta, el 1 de junio, se supo que todos los imputados quedaban libres y, desde un cibercafé, escribió el epílogo de este capítulo de una historia, que aún tiene esquirlas por descubrir.
Como periodista, reflexionó ante un auditorio lleno en el Museo de la Memoria, que muchas veces los medios de comunicación son solo el brazo comunicacional del poder. Y en este caso en particular, se ha demostrado que la principal injusticia se ha cometido con personas que estuvieron privadas de su libertad y de compartir con sus familias durante meses, por delitos que nunca cometieron, según ha determinado la Justicia.
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En 117 páginas, ‘Caso Bombas. La explosión en la Fiscalía Sur’ cuenta parte de la historia del caso más largo que se ha llevado en tribunales desde que se instaurara el sistema penal acusatorio que hoy rige en Chile. También da cuenta de episodios de la prisión que tuvieron que sufrir personas que finalmente fueron declaradas inocentes por los tribunales de Justicia y de reuniones irregulares entre el Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter y el entonces fiscal Alejandro Peña.
El llamado Caso Bombas, según diversas opiniones de periodistas y abogados/as, es un episodio vergonzoso de nuestra historia reciente y quedará marcado como uno de los fracasos más grandes de la Fiscalía, así como da cuenta de una forma de hacer las cosas, que se alejan de derecho y da cuenta de un montaje instaurado por el Ministerio del Interior y de un fiscal, Alejandro Peña, quien termina empleado en la cartera de Gobierno que era una de las partes involucradas en la demanda.
En el proceso se descartaron cerca del 75% de las pruebas en la etapa preparatoria para el juicio oral, y se demostró que había testigos improcedentes, así como investigaciones periciales que no fueron firmadas por los supuestos autores de dichas pericias.
Un acierto de la periodista Tania Tamayo Grez, quien es profesora de la Universidad de Chile y del taller de guiones de la UNIACC, y ha sido reportera del semanario The Clinic y otros medios independientes.
Valor del libro: $6.000
Por César Baeza Hidalgo
Fotos: 2 y 4, de Susana Díaz Berríos.
Twitter: Cesar_inBH
El Ciudadano