El pasado lunes publicamos un artículo sobre un conflicto generado al interior de la Armada en Punta Arenas, a raíz de la disputa por una mascota que mantenían las esposas de dos integrantes de dicha institución. Soledad Vidal, mujer del Cabo 1° Gustavo Fonseca reclamaba la pertenencia de una perrita de raza Golden Retriever que se le había perdido («Bonita») y a la que halló en la casa de Alejandra Rotter, esposa del Jefe de Estado Mayor de la Tercera Zona Naval de Punta Arenas, Capitán de Navío Lars Christiansen.
El conflicto significó que el 10 de septiembre pasado, el Cabo Fonseca fuera informado de una “Amonestación Grado B” por “desatender situación familiar, en relación a actitud de su cónyuge en el trato hacia otro miembro de la Armada, sin hacer uso de los conductos regulares, efectuando acusaciones graves por redes sociales, produciendo incitación de otros a comentarios mal intencionados, generando desprestigio hacia el afectado, su familia y la institución”, según reza la sanción disciplinaria.
Sin embargo, esta historia ayer tuvo un supuesto vuelco, pues en una carta publicada en el diario La Prensa Austral, Fonseca negó que la mascota fuera de propiedad de su familia. “Quiero expresar mis más sinceras disculpas por lo generado en este último tiempo, producto de una mascota en disputa, en la cual se han visto involucradas dos familias navales y miembros de la institución. En ningún caso fue nuestra intención el desprestigio, ni la mofa. La mascota señalada no pertenece a nuestra familia. A partir de la pérdida de una de nuestras mascotas, y producto del gran dolor que nos causó como grupo familiar, encontramos a Bonita la cual hicimos propia sin querer causar daño alguno”, aseguró el uniformado.
«El almirante le ofreció quitarle su sanción, pero él escribía esa carta»
Hoy, no obstante, en el diario La Prensa Austral la mujer ha salido a desmentir esta carta asegurando que “mi marido fue presionado a mentir”, agregando que “se le ordenó que tenía que escribir la carta de puño y letra, para que el jefe del Estado Mayor de la Tercera Zona Naval quedara tranquilo”. El Ciudadano conversó con Vidal, quien plantea que «él (Cabo Gustavo Fonseca) con el almirante (Contraalmirante Felipe García-Huidobro) llegaron a un acuerdo. El almirante le ofreció quitarle su sanción, pero él escribía esa carta».
Soledad plantea que -de acuerdo a lo que le relató la esposa de otro marino- su esposo además fue obligado a pedirle disculpas a todos sus compañeros por lo que había sucedido. «Esa es otra humillación más», advierte, haciendo referencia a un interrogatorio al que fue sometido Fonseca luego de que estallara el conflicto por la mascota y a cuya transcricpción El Ciudadano tuvo acceso.
«Ya usted es responsable del tema frente a la institución, porque aquí hay un desprestigio hacia la persona que sea o no sea marino, es circunstancial; pero lo que está produciendo es una situación grave contra una persona y su familia, y desprestigios graves contra una persona y su familia a través de redes públicas, redes sociales, que están incitando a hacer acciones contra de esa familia. ¿Ya usted leyó lo que dice en Facebook?», acusa en la conversación el capitán de navío, Juan Brander Palacios.
El capitán se refiere con ello a lo ocurrido una vez que la esposa del cabo Fonseca publicó en Facebook la pérdida de su mascota y que significó una serie de comentarios en contra de la institución de la Armada.
Humberto Palamara, abogado que está patrocinando a la familia de Fonseca, plantea que “los hechos son de su señora, no de él. No lo pueden sancionar en su trabajo por lo que haga su señora”. “Es una persecución terrible. Se le está dando la razón a la otra parte por un tema de antigüedad”, declara Palamara.
«Yo no quiero que esté hospitalizado»
Fonseca -quien a raíz de este conflicto decidió dejar su casa- está hospitalizado desde ayer con calmantes y pastillas para dormir, tras sufrir una descompensación y un cuadro de estrés. «Yo no quiero que esté hospitalizado. A mí me enviaron un mensaje, un marino del buque, que él sabe que a mi esposo lo bajaron de ahí porque él corría riesgo, imagínate, en qué tiempos estamos. Este es otro problema para mí, me da miedo», agrega Soledad Vidal. «Para mí esto es realmente importante y no solo por mi esposo, sino que por el trato que reciben muchos marinos que lamentablemente tienen que quedarse callados», sentencia la mujer.
Por su parte, la Tercera Zona Naval entregó este miércoles un comunicado público en donde se expone que «la Armada de Chile no tiene competencia alguna ni le corresponde opinar sobre esta disputa que se lleva en la justicia civil», aludiendo a un recurso de protección presentado en contra de la esposa del cabo, y se agrega que «Fonseca admitió que la mascota en disputa no era de su propiedad, que su familia la había recogido en la calle y adoptado tras encontrarla sin saber quién era su dueño». Junto con esto se plantea que «posterior a revelar estos nuevos antecedentes que aclaraban la confusa situación, el Cabo Fonseca expresó sus disculpas al afectado y posteriormente explicó lo sucedido a sus camaradas de armas del buque donde presta servicios. El subalterno además, se comprometió a dar a conocer los nuevos antecedentes a la opinión pública». Y, por último, se informa que «producto de este nuevo escenario, el proceso disciplinario del cabo Fonseca está en evaluación y es clasificado”.
Por Daniel Labbé Yáñez