Una delegación compuesta por representantes de comunidades mapuche-pehuenche del Alto y Bajo Biobío llegó esta semana a Santiago para denunciar las graves vulneraciones que, aseguran, ha provocado el proyecto hidroeléctrico Central Rucalhue en su territorio ancestral. La visita incluyó acciones legales, protestas pacíficas y reuniones con organismos internacionales.
Del BioBío a Santiago: la lucha por el río y el ngen
Las comunidades viajaron desde el Pewen Mapu (tierra del pewen, la araucaria) con el objetivo de entregar una carta a la Embajada de China —país al que pertenecen los capitales detrás de la central— y visibilizar su oposición al megaproyecto hidroeléctrico. Aunque la reunión formal fue cancelada con antelación por la embajada, la delegación igualmente se presentó en la sede diplomática para dejar su mensaje.
“Gracias al interés nacional, que se le dio de forma ilegal a la empresa central Rucalhue, ya se talaron muchas especies nativas vulnerables, que son árboles medicinales para nuestra cultura. Al haber hecho eso, acabaron con un ngen”, declaró Evaluna Morales de la comunidad Cauñicu, una de las voceras pehuenche. El ngen es un espíritu protector de la naturaleza, figura central y sagrada en la cosmovisión mapuche, cuya vulneración constituye una falta grave no solo cultural sino espiritual.
Las especies taladas —según denunciaron— eran las últimas en su tipo en la zona y consideradas irreproducibles. Su pérdida afectó también a quienes desempeñan roles espirituales en la comunidad, como los machi y lawentuchefe, quienes sostienen que el daño compromete el equilibrio del itrobill mogen (biodiversidad y vida en armonía con la naturaleza).
Carta en La Moneda por rechazo a la central Rucalhue
Uno de los momentos más simbólicos de su estadía en la capital fue su llegada hasta el Palacio de La Moneda, donde intentaron entregar una carta al presidente Gabriel Boric. Las comunidades criticaron duramente al Ejecutivo por incumplir su promesa de ser un gobierno ecologista, acusando al Estado de ser cómplice de la vulneración de su espiritualidad, territorio y derechos.
«Solicitamos al señor Gabriel Boric Font Presidente del actual gobierno, gobierno que no ha cumplido con la promesa de ser ecologista, y considerando la crisis hídrica y socio ambiental, que requiere de todos los cuidados y protección a los territorios, y nosotros como mapuche pehuenche nos vemos nuevamente vulnerados por una cuarta central, a sabiendas de que hay muchos más proyectos que vienen a extraer y destruir nuestras aguas y patrimonio natural, cultural y espiritual», agregaron mediante un comunicado.
La carta fue recibida por funcionarios de la Oficina de Partes de la Presidencia. En ella, las comunidades exigen al mandatario detener la Central Rucalhue y frenar la expansión de industrias extractivas en territorios mapuche pehuenche. Recordaron también que el Estado chileno firmó un acuerdo amistoso con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, tras los impactos de la central Ralco, prohibía nuevas represas en el río Biobío.

Rechazo a una cuarta represa y a la criminalización de su resistencia
El viaje de las comunidades se produce luego de años de movilización territorial, legal y social en contra de la Central Rucalhue, que se convertiría en la cuarta gran represa sobre el río Biobío. Las comunidades recuerdan que existe un acuerdo amistoso firmado por el Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, posterior a los impactos provocados por la Central Ralco, donde se comprometía a no instalar nuevas represas en el sector. Para las comunidades, la aprobación de Rucalhue es una transgresión directa a ese compromiso.
“Este proyecto representa un grave retroceso en la protección de derechos humanos, ambientales y culturales”, expresaron en un comunicado, donde también acusaron al Estado chileno de incumplir convenios internacionales y vulnerar su derecho a la consulta indígena. Alegan que la aprobación ambiental de la central se realizó con serias irregularidades y sin un proceso legítimo de consulta previa, libre e informada, como lo exige el Convenio 169 de la OIT.

Asimismo, denunciaron los intentos de criminalización por parte de autoridades y medios de comunicación, luego del ataque incendiario a las instalaciones de la central el pasado domingo, justo días antes de su viaje. “Encontramos sospechoso que estas acciones justo logren ensuciar el trabajo legítimo y transparente que venimos realizando hace años […] Nos desmarcamos totalmente del hecho ocurrido, lo cual puede ser mera coincidencia o automontaje”, sostuvieron. Según la delegación, la cancelación de la reunión con la Embajada China estuvo influida por estos antecedentes.
En las inmediaciones de la embajada, el lonko Segundo Suárez Marihuan, reconocido defensor del río Biobío, alzó su voz en mapudungun, la lengua del pueblo mapuche, para expresar su rechazo a la construcción de la central hidroeléctrica. Según consignó Werkén Noticias, la autoridad tradicional declaró: «No puede ser que ahora quieran construir una cuarta central en nuestro río. ¿Dónde queda la vida de todos los que habitamos este territorio? Una vez más, el río Biobío necesita que su gente se levante y lo defienda«.
Acciones legales y respaldo internacional
Durante su visita, la delegación ingresó un recurso de invalidación contra la resolución de CONAF que declaró de interés nacional la tala de árboles nativos, lo que permitió avanzar en las obras del proyecto hidroeléctrico. Según indicaron, dicha declaratoria se otorgó sin respetar el valor espiritual de estos árboles y sin considerar las advertencias de las autoridades tradicionales mapuche, lo que constituye una violación directa a su cultura.
Además, se reunieron con organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, UNICEF y ONU Mujeres, buscando respaldo para exigir el respeto a sus derechos y la protección del territorio ancestral. Estas reuniones, aseguran, son parte de una estrategia de visibilización global ante la falta de respuesta efectiva del Estado chileno.
“No queremos más zonas de sacrificio. Exigimos ríos, pueblos y territorios libres de inversión industrial, chilena o extranjera”, expresaron a través de un comunicado, haciendo un llamado a detener este y otros proyectos extractivistas que amenazan sus formas de vida, espiritualidad y ecosistemas.
“Nosotros damos la cara acá por nuestra mapu, por nuestro lonko, por nuestros machi, por nuestras lahuentuechefe, por nuestro huipife”, dijo una de las voceras. “Esto es un weichan. Es una lucha por el mapu, por nuestras raíces», declaró Sara Parada Purran de la comunidad de Callaqui, otra de las voceras pehuenche que viajó hacia la capital.
Pese a las acciones desplegadas en Santiago, el ministro de Energía, Diego Pardow, aseguró en las últimas horas que el proyecto sigue adelante.