Las autoridades chinas han declarado que el país dejará de lado el trasplante de órganos sacados de reclusos muertos a comienzos del próximo año. El programa controversial que se abolirá permite el trasplante de órganos de reclusos que fueron condenados a pena de muerte.
“No podemos negar que la gente está preocupada por la justicia, equidad y transparencia,” dijo Dr. Huang Jiefu, jefe del programa de trasplantes de órganos. A partir del próximo año, la única forma de trasplantar será la donación voluntaria, según él.
China tiene la cifra más baja de donaciones voluntarias de órganos en el mundo. En China se cree en la reencarnación y esta es la causa de la escasez de donaciones, según el doctor chino. Además, si alguien quiere ser donante de órganos, se exige la aprobación previa por sus familiares.
En el año 2009, las autoridades chinas señalaron que el 65 % de todos los órganos que se trasplantaron eran de prisioneros. La práctica ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos hace muchos años, algunos han declarado que la demanda de órganos también podría resultar en un aumento de ejecuciones de reclusos. La cantidad de personas condenadas a pena de muerte no se revela en informes oficiales, pero los datos de trasplantes indican que debe ser una cifra alta. Según Dr. Huang Jiefu, se realizan 10,000 operaciones cada año y unos 300,000 pacientes chinos necesitan órganos nuevos urgentemente.
Sin embargo, Huang declaró que la cifra de ejecuciones disminuye en China y por esto la práctica ya es insostenible. Desde el año 2010, China ha tratado de reducir la cantidad de trasplantes con órganos de prisioneros.
A pesar de razones religiosas, la cifra de donantes voluntarios está aumentando. El año pasado hubieron 849 donantes de órganos en China, mientras que en el año 2010 solo 34.
Fuente: RT