Nuevamente el pueblo vasco se lanzó a la calle para repudiar el asesinato del militante Jon Ansa, al que el terrorismo estatal español y francés, secuestró, torturó, hizo desaparecer y finalmente, un año después, «devolvió» su cadáver.
Por encima de vetos, amenazas y decenas de identificaciones por parte de todo tipo de cuerpos policiales, miles de ciudadanos vascos mostraron anteayer su rabia y hastío ante «la represión y la guerra sucia», a la vez que exigieron a las más altas instancias españolas y francesas «la verdad» sobre lo ocurrido a Jon Anza. Concentraciones, manifestaciones o cortes de carretera se sucedieron en una jornada que sirvió también para recordar al militante donostiarra.
Pese a que la Ertzaintza y la Policía Foral se afanaron en borrar cualquier atisbo de protesta contra la represión y la guerra sucia, la exigencia de la verdad en relación a la desaparición y muerte de Jon Anza reunió a miles de personas en las movilizaciones desarrolladas en el conjunto de Euskal Herria.
En Donostia, incluso media hora antes de la convocatoria matutina, en las inmediaciones del Banco Guipuzcoano se encontraban ya decenas de agentes de la Ertzaintza que hacían gala de abundante material antidisturbios. En el Boulevard se encontraban apostadas más furgonetas policiales. También se podían contabilizar un importante número de periodistas y cámaras de televisión, que llamaban aún más la atención de los transeúntes, que eran muchos en plena mañana y en el centro de la ciudad.
Mientras que los viandantes se preguntaban por la razón del despliegue policial, decenas de ciudadanos iban llegando dispuestos a reclamar que se conozaca la verdad sobre lo ocurrido a su convecino. Una mujer no pudo esconder su malestar ante tanto policía; «¡más claridad y menos represión!», gritaba mientras explicaba a los curiosos los motivos de la protesta.
Resultaba imposible enumerar las personas que secundaron la convocatoria de movilización, ya que se diluía por toda la Avenida para frustración de los agentes, que apuntaban «tenemos que barrer todo».
Boca a boca, sin embargo, fue difundiéndose un segundo llamamiento y en cuestión de minutos una manifestación bajo el lema «Errepresioa eta gerra zikina amaitu! egia nahi dugu» echaba andar en el barrio de Gros. La marcha era seguida por cerca de medio millar de personas que mostraban su enfado y rabia y responsabilizaban de lo sucedido a Anza al ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Consignas como «Herriak ez du barkatuko!», «agur eta ohore, eusko gudaria» o «Jon, gudari, gogoan zaitugu» se hacían repetían, al tiempo que insistían en achacar la muerte de este donostiarra a las FSE y al PSOE. La marcha se adentró después en la Avenida Navarra, donde cortó el tráfico en ambos sentidos y entonó el «Eusko gudariak». Un aclamado «Gora Jon!» puso el punto final a la protesta.
EN HENDAIA, SUS COMPAÑEROS
A la misma hora, pero en Hendaia, eran los propios compañeros de trabajo de Jon Anza los que se concentraban ante la empresa Sokoa, como lo vienen haciendo el día 18 de cada mes desde su desaparición. Ayer eran arropados por vecinos de la localidad costera. Xabier Arin, compañero de trabajo y miembro del Colectivo Jon Anza, exigió la verdad sobre lo ocurrido.
En Iruñea decenas de personas que portaban carteles que preguntaban «¿Qué habéis hecho con Jon?» eran dispersados de las inmediaciones de la sede del PSN por la Policía española. La Foral se encargó de identificar a dos de los concentrados.
En el transcurso de esta concentración, el dirigente de LAB Igor Arroyo alertó de que el objeto de la movilización era «poner sobre la mesa la pregunta que recorre nuestro pueblo: qué ha sucedido con Jon Anza». Inisitió en que «la versión oficial transmitida por el Gobierno español no se sostiene», por lo que exigió al Gabinete de Zapatero y al PSOE que aclaren, junto a las autoridades francesas, «qué sucedió con Jon Anza durante los días posteriores a su desaparición».
En Gasteiz, la Ertzaintza impidió que se llevara a cabo el acto convocado a mediodía en la plaza de la Virgen Blanca e identificó a una persona, mientras que el barrio bilbaino de Irala amanecía con cortes de carretera en distintos puntos.
Durante la mañana, los campus universitarios del país también se convirtieron en otro foco importante para la protesta.
En el de Leioa, según hizo saber PAT, la entrada principal fue atrancada con cadenas y se vertió aceite en la calzada, mientras que en la entrada posterior una cadena humana impedía el acceso de los autobuses. Al mediodía, la protesta llegó a las facultades de Arangoiti y San Ma- més, en Bilbo, donde realizaron sendas concentraciones en denuncia por la muerte de Anza; se reunieron 60 y 20 estudiantes, respectivamente. En la facultad de La Casilla, también en la capital vizcaina, realizaron un sentido acto en honor del ex prisionero.
POLICÍAS EN EL INSTITUTO
En el campus de la UPV-EHU de Gasteiz 150 jóvenes realizaron una asamblea, y en la mayoría de las facultades de Mondragon Unibertsitatea, que contó con paros y protestas, denunciaron una «atosigante» presencia policial. 55 estudiantes recorrieron asimismo el campus iruindarra de la UPNA.
En Azpeitia fueron 130 los estudiantes que se dieron cita en la protesta, mientras que una veintena de trabajadores hacían lo propio en Landeta.
Los de Azpeitia no fueron los únicos trabajadores que se unían a la protesta para exigir la verdad; en Arrasate trabajadores de dos empresas también reliazaron concentraciones.
Fueron muchos los centros educativos en los que se registraron paros. En Urretxu-Zumarraga, por ejemplo, cerca de 50 alumnos celebraron una sentada, y otros tantos se concentraron en Arrigorriaga o Eibar. En Derio 18 alumnos se encartelaron en la Escuela Agraria, y 60 en la plaza. En el instituto Koldo Mitxelena de Gasteiz, sin embargo, la Ertzaintza entró en el centro e identificó, grabó y amenazó a los 50 alumnos que realizaban la concentración.
Los vecinos de Igeldo optaron por denunciar la muerte de Anza con una concentración de una hora de duración, desde las 7.30 hasta las 8.30.
IDENTIFICACIONES Y DOS ARRESTOS
A última hora de la tarde, haciendo frente a amenazas de carga e identificaciones, se desarrollaron la mayoría de las movilizaciones. Muchas de las concentraciones tuvieron que realizarse en grupos menores de 20 personas, y también se recurrió a modificar horarios, recorridos y lemas para poder llevar a cabo las protestas.
Ya por la noche se conoció que la Ertzaintza practicó sendas detenciones en Bilbo y en Laudio. Al primero se le acusó de «desórdenes públicos» y al segundo de «injurias».
En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa no hubo vetos policiales. En Uztaritze y Baiona se concentraron 70 personas; en Azkaine 40; en Senpere 17; en Hazparne 30; en Donibane Lohitzune 52; en Donibane Garazi 43; y una decena en Basusarri y Bidarte. En Maule también hubo una protesta.
En Gasteiz, cien personas realizaron un corte de carretera en la céntrica calle Francia, y 30 hacían lo propio en Portugalete.
En Lazkao (70) y Ordizia (60) exigieron la verdad portando velas e ikurriñas con crespones. 40 se reunieron en Bermeo; 45 en Burlata, Otxandio, Bakio y Getaria; 23 en Munitibar; en Durango, 300 por la mañana y 200 a la tarde; 25 en Alegi; en Lekeitio 200; en Altsasu 100 (muchos fueron identificados); 43 en Ugao; 20 en Berriz, Alonsotegi y Arantza; 40 en Irun; 300 en Errenteria; 250 en Azpeitia; 150 en Bergara; 143 en Arrasate; 130 en Oiartzun; 30 en Pasaia y Beasain; 18 en Balmaseda; 60 en Villabona, Segura, Sopela, Erromo y en Alde Zaharra de Iruñea (la Policía Local identificó a 2).
30 personas optaron por repartir propaganda en Elizondo, debido a la gran presencia de la Guardia Civil. 25 se concentraron en Irurtzun, Zamudio, Busturia y Ataun; 120 en Laudio y Tolosa; 10 en Idiazabal (todas identificadas); 35 en Lizartza y Arrigorriaga; 80 en Eibar; 17 en Plentzia; 70 en Mutriku y Basauri (6 identificadas); 15 en Zuia; 83 en Larrabetzu; 59 en Leioa; 22 en Bera y Aramaio; 62 en Ea; 54 en Aulesti; 35 en Deba; 68 en zarautz; y 11 Mallabia.
UN JUEZ DE INSTRUCCIÓN DE TOULOUSE A CARGO DEL CASO
Un juez instructor de Toulouse está a cargo desde ayer de la investigación abierta para esclarecer lo ocurrido al militante vasco. No trascendió la identidad del magistrado pero se espera que sea hoy, en la comparecencia que tiene prevista realizar por la tarde la procuradora de Baiona Anne Kayanakis, cuando se dé a conocer su nombre.
Pese a las múltiples solicitudes de la familia de Jon Anza para que Kayanakis cediera el caso a un juez independiente, la fiscal de Baiona no tomó esta decisión hasta el pasado lunes, cuando compareció para dar a conocer los resultados preliminares de la autopsia realizada horas antes. Kayanakis no detalló con claridad su repentino cambio de actitud y se escudó en la «progresiva complejidad del caso».
Asimismo, una comisaria de la Dirección de la Policía Judicial de Toulouse advirtió ayer que no existe ninguna investigación interna para conocer las posibles anomalías que ha habido en el funcionamiento de este cuerpo policial desde que se interpusiera la denuncia por la desaparición del donostiarra.
INICIATIVA
Iniciativa Internacionalista ha mostrado un «profundo rechazo» ante la muerte de Anza, que sitúa como «un nuevo episodio de guerra sucia», y un compromiso en la lucha por la «consecución de un auténtico sistema de libertades y garantías».
EPPK SE SUMA A LA JORNADA DE PROTESTA
Como vienen haciendo el día 18 de cada mes -justamente ayer se cumplían once meses desde que se vio a Jon Anza con vida por última vez-, los presos políticos vascos protagonizaron diversos actos de denuncia en las cárceles españolas y francesas, según informó el movimiento pro-amnistía. Concretamente, en las cárceles de Sevilla II y Valladolid los ciudadanos vascos llevaron a cabo encierros; y en Puerto III un ayuno. En la prisión francesa de Bois d’Arcy, por su parte, realizaron un plante el lunes y emprendieron una huelga de hambre, que ayer aún proseguían.
BARRICADAS Y CORTES DE CARRETERAS
Concidiendo con la jornada de movilización, se registraron varios incidentes en las calles vascas. Fue el caso del barrio bilbaino de Santutxu, donde colocaron dos barricadas de fuego en sendas calles, o el de Indautxu, donde la Ertzaintza realizó varias cargas durante la tarde. En el barrio donostiarra de Gros, por la tarde llevaron a cabo un corte de carretera colocando una pancarta con cadenas y dos bengalas. Por su parte, un comunicante anónimo reivindicó el «destrozo con una maza» del cajero automático de una sucursal del Banco Santander en el Casco Viejo bilbaino, que tuvo lugar la noche del miércoles.
Por Ohiana Llorente
Fuente: GARA / www.resumenlatinoamericano.org