En el ex Congreso Nacional, y acompañados por el senador Nelson Ávila, la iniciativa social –que pronto espera constituirse como Fundación- logró reunir a destacados representantes de las más diversas áreas que han decidido luchar unidos por los derechos individuales y colectivos de la gente, de las personas, familias, comunidades y pueblos de Chile.
Como “una respuesta imprescindible a la desazón imperante por tanta corrupción y atropellos a los intereses y derechos colectivos que apreciamos”, un grupo representativo de Dirigentes Ciudadanos han emprendido la tarea de levantar el “Defensor del Pueblo”, fundación que espera constituirse en una efectiva defensa de los derechos de la gente, la participación ciudadana, el fortalecimiento de los movimientos sociales, la profundización de la democracia y el bienestar colectivo de los pueblos.
En esa línea, se reunieron en el Salón de los Presidentes del Ex Congreso Nacional el economista Marcel Claude; Ernesto Medina, de Aquí la Gente; Jorge Cisternas y Patricio Herman de la Agrupación Defendamos la Ciudad; los humanistas Fernando Lira y Joaquín Arduengo; Mariano Rendón y Eduardo Medina, ecologistas; Pedro Vial, de la Federación Eléctrica; Berna Castro y Luis Mondaca de ANDHA CHILE; María Luz Navarrete, presidenta de la ANATRINP (trabajadores del INP); Alejandro González de ASAHIECH (artistas, intérpretes y ejecutantes); el abogado Enrique Hales; Sergio Morís, de CENDA; Raúl Paiba por los inmigrantes y Manuel Astete, Alejando Mattus y Sergio Canales, de Aquí la Gente, entre otros.
“La gran cantidad de abusos que son objeto las familias chilenas, tales como la política habitacional, el sistema previsional de Isapres y AFP, la salud y la educación, los servicios básicos, el transporte público, la delincuencia, las alzas, los despidos, la precariedad laboral, la depredación de nuestras riquezas naturales y el medio ambiente, la usura y la permanente defraudación del erario nacional, y más, son hechos de injusticia, desigualdad, exclusión y indignidad que nos han animado a crear la Fundación Defensor del Pueblo”, leyeron en una Declaración Pública.
“Esta es una iniciativa ciudadana que nace desde la base social, que defiende los derechos individuales y colectivos de la gente, de las personas, familias, comunidades y pueblos de Chile”, argumentaron para explicar lo que calificaron como “una iniciativa transformadora apropiada para enfrentar la actual crisis en desarrollo de la sociedad chilena, con mayor cohesión e inserción social en pos de los derechos de las personas, quienes son avasalladas por un mercado mal regulado e indolente, por autoridades complacientes y por un régimen político excluyente”.
ESPERADA AUSENCIA
“Me siento honrado de poder constituir una institución que el Estado de Chile se ha negado a formar sistemáticamente”, expresó Marcel Claude, agregando que “Esta institución no pretende sustituir las luchas sociales, sino que apoyarlas”. Mientras, Berna Castro manifestó que “Suena arrogante hablar que somos Defensores del Pueblo, pero no es así. Más que eso, somos personas que estamos tratando de construir un camino conjunto y nos duele la injusticia. Estamos para gritar: ‘Alto, las cosas tienen que cambiar”.
Por su parte, Fernando Lira, Vicepresidente del Partido Humanista y representante de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, indicó que «Esta es una iniciativa que va en la dirección de despertar conciencia social, de crear mecanismos de autodefensa y en general de usar el legítimo derecho a rebelarse a todo atropello a los DDHH cometido contra el pueblo. Quienes hemos adherido a esta iniciativa tenemos el gran desafío de trabajar de manera solidaria frente a los problemas de conjunto, como lo son los conflictos de todo orden que ahogan a la familia chilena. Se trata de defender los derechos humanos básicos y la dignidad a la que toda sociedad debe aspirar”.
“Para nosotros, humanistas, esta iniciativa es altamente significativa, porque coincide con nuestro ideario, que ubica al ser humano como valor central y con nuestra metodología de acción, la no violencia activa», añadió.
En tanto, el dirigente Raúl Paiba dijo esperar que esta iniciativa “ayude en la lucha permanente de hacer entender que los inmigrantes son parte de este pueblo”. A su vez, Eduardo Medina, de RENACE, manifestó: “Desde las peleas ambientales hemos estado presente en las luchas de los pueblos, por lo que estar junto a estos dirigentes ciudadanos nos enorgullece. El Defensor del Pueblo será un instrumento para la gente que en Chile sigue luchando contra la discriminación”.
“Aquí se reúnen los incansables”, señaló Nelson Ávila, al tiempo que Joaquín Arduengo rescató el valor de la iniciativa. “El fututo requiere de organización ciudadana”, expresó.
DISTINTO AL OMBUDSMAN
Sigilosamente, este grupo representativo de dirigentes ciudadanos viene congregándose desde diciembre, para plasmar hoy lo que implica el defensor del Pueblo: una forma de enfrentar la crisis con mayor cohesión y organización ciudadana en movimiento.
Si bien el Capítulo Chileno del Ombudsman ha logrado sortear una primera etapa en el Parlamento, se diferencia del Defensor… pues este último nace desde la base social, constituyendo así una iniciativa innovadora que defiende los derechos individuales y colectivos de la gente, nombrando y capacitando a miles de dirigentes en nuestro país.
A partir de este 2009, se han planteado como meta apoyar a aquellas personas que se dedican a la defensa de los intereses y derechos colectivos de los pueblos de Chile, a quienes investirán como Defensores del Pueblo. “Consideramos que ha llegado la hora del pueblo movilizado consciente y organizado para proteger sus intereses y derechos colectivos”, sentencian los dirigentes.
Según se lee en su Declaración de Principios, “la Fundación Defensor del Pueblo, la estamos forjando desde la base social, sin egoísmos, hegemonías y tutelaje de ningún tipo. Esta es, una respuesta imprescindible a la desazón imperante por tanta corrupción y atropellos a los intereses y derechos colectivos que apreciamos”.
Esta iniciativa está abierta a la dirigencia social, sindical, a los profesionales, a los trabajadores de la cultura, a los jóvenes e intelectuales y a todos quienes se sientan llamados a defender los intereses de los chilenos.
Juan Pablo Burgos
El Ciudadano