La mañana de este miércoles el cardenal Ricardo Ezzati llegó hasta la Fiscalía Regional de O’Higgins en la ciudad de Rancagua, tras ser requerido en calidad de imputado por la Justicia por el encubrimiento de delitos sexuales en el caso del ex canciller de la Iglesia en Santiago, Óscar Muñoz Toledo.
Finalmente Ezzati decidió guardar silencio frente al fiscal Emiliano Arias, algo que se presumía debido a que su abogado defensor, Hugo Rivera, había solicitado la postergación de la declaración -que originalmente debía ser el 21 de agosto pasado-, lo que fue rechazado por el Ministerio Público.
Quien se pronunció respecto a la actuación del Arzobispo de Santiago fue una de las víctimas de Fernando Karadima, Juan Carlos Cruz. «El cobarde cardenal Ezzati va a declarar como imputado y decide no hablar para no autoincriminarse. Dónde queda ‘voy a colaborar en todo con la justicia’ Obispos delincuentes algún día terminarán en la cárcel. Han destrozado tantas vidas!», escribió el periodista en su cuenta de Twitter.
Junto con ello, Cruz señaló que no dejarán de seguir buscando justicia hasta ver «ojalá en la cárcel» a Ezzati, Errázuriz y otros obispos a quienes acusó de «encubridores» y «delincuentes».
Por otra parte, esta tarde el periodista radicado en Estados Unidos denunció igualmente a través de la red social que el obispo Francisco Javier Cox, quien se retiró en 2002 a una vida de «silencio, oración y penitencia», tiene contacto con menores de edad en Alemania, país en el que reside actualmente y donde también ha sido acusado de abuso sexual de menores recientemente.
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