La Corte de Apelaciones de Concepción rechazó un recurso de protección en favor de Lorenza Cayuhan, la comunera mapuche que denunció haber dado a luz engrillada a fines del año pasado, cuando se encontraba cumpliendo una condena de cinco años por robo con intimidación en Arauco, hecho del que se declara inocente.
En una votación de dos contra uno, los ministros de la Corte decidieron dar el alta médica de Cayuhan, lo que implicará no solo el traslado de la mujer, sino que también de su hija Sayén, por parte de Gendarmería, al penal de Arauco.
Matilde Esquerré fue la ministra que votó en contra. Según consigna biobiochile.cl, la profesional habría invocado la Convención de Derechos del Niño. No solo eso, pues también habría cuestionado por qué Gendarmería no evaluó el traslado de las dos mujeres al Centro de Estudio y Trabajo de Punta de Parra de Tomé.
Los integrantes de la Corte que votaron a favor del alta fueron el ministro Rodrigo Cerca y el abogado Mario Puchó. Estas dos autoridades consideraron que el penal de Arauco sí tenía las condiciones para recibir a Lorenza y Sayén. Sin embargo, como también rescata biobiochile.cl, un informe del departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico habría estimado que el recinto no se encontraba con la infraestructura adecuada para atender a la bebé.
Así se pone fin a tres meses de estadía de Cayuhan en el Sanatorio Alemán, centro médico en el que dio a luz y donde permaneció por 3 meses por un recurso interpuesto en la justicia.
Asimismo, cabe recordar que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó, en octubre de 2016, una querella criminal en contra de los responsables de esta tortura que debió pasar la comunera mapuche. “Buscamos que se determine la responsabilidad no solamente por parte de gendarmería, sino que también dentro de las hipótesis de investigación tienen que estar las responsabilidades de los centros asistenciales por donde ella pasó engrillada”, dijo en ese momento Branislav Marelic, director del INDH.
El relato de Cayuhan es difícil de olvidar, y demuestra una vez más la crueldad de algunos entes estatales en su relación con el pueblo mapuche.