El buque de ayuda humanitaria vuelve a pedir desembarcar a los migrantes en Italia. Rehúsa la oferta del Gobierno español de llevar a los migrantes a Algeciras, por su lejanía
El Mediterráneo vive una dramática situación. Ante la desesperación y el rechazo de Italia de abrir sus puertos, los migrantes rescatados por el barco de la oenegé Proactiva Open Arms se lanzaron al mar para llegar a la isla de Lampedusa nadando. Los socorristas intentaron frenarles.
El Gobierno español ofreció el puerto de Algeciras para acoger a los migrantes. Pero la embarcación de la oenegé española Open Arms con 107 migrantes a bordo rechazó la oferta por considerarla inviable y estar a seis días de su ubicación actual.
Tras este rechazo, las autoridades españolas ofrecieron recibir a los migrantes en el puerto más cercano. Una propuesta que ha quedado sin respuesta. El Gobierno regional de Andalucía también dice que está dispuesto a recibir a los migrantes.
La oposición critica la postura del Gobierno español respecto al Open Arms y la califica como una jugada política.
Los migrantes, en su mayoría, africanos, fueron rescatados el pasado 1 de agosto frente a las costa de Libia y, desde entonces esperan atracar en Lampedusa. Sin embargo, el Gobierno italiano no lo permite.
A falta de una solución viable, la situación del Open Arms es cada día más crítica. Se trata de una situación que pone en peligro las operaciones de rescate en el Mediterráneo y la vida de miles de migrantes que cruzan el mar en busca de una mejor vida.
Por otra parte fundador del Open Arms declara que hay una situación medica critica que atender
El fundador de la ONG española Open Arms, Òscar Camps, reveló que a bordo del barco humanitario fondeado frente a la isla italiana de Lampedusa, en el sur del Mediterráneo, todavía hay «casos médicos» para atender.
«Disculpen el retraso en nuestras comunicaciones, estamos desbordados atendiendo a las 107 personas que aún llevamos a bordo. Tras 18 días de haber sido rescatadas, aun tenemos casos médicos en la cubierta. Espero comprendan la dificultad de gestionar esta crítica situación», publicó Camps en su cuenta de Twitter.
Después de varias evacuaciones urgentes, la cifra de migrantes a bordo del Open Arms que esperan el permiso para desembarcar en un puerto seguro se redujo de 160 a 107.
Los dos países europeos más cercanos a las zonas de rescate —y por tanto a los que les correspondería la responsabilidad de atender a los rescatados— son Italia y Malta, que actualmente tienen una política de tolerancia cero hacia las ONG dedicadas a rescatar migrantes en el mar, por lo que rechazaron la entrada del barco a sus puertos.
Los responsables del Open Arms y otras organizaciones como la ONG italiana Emergency emitieron informes alertando de que la situación a bordo resultaba «insostenible» ya que, ante la situación de incertidumbre, varios de los migrantes intentaron autolesionarse y otros incluso amenazaron con suicidarse.
El 18 de agosto, un grupo de al menos cuatro migrantes se lanzó al agua para intentar llegar a Lampedusa a nado, aunque finalmente fueron interceptados por los socorristas del Open Arms.
Ante esa situación, España ofreció al barco la posibilidad de desembarcar en Algeciras en un principio, y luego en Palma y Mahón que quedan más cerca, pero Open Arms insiste en realizar el desembarco en la isla italiana de Lampedusa.
Cortesía de HispanTV y Sputnik
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