Con cinco votos en contra, cuatro a favor y una abstención, el Concejo Municipal de Maipú rechazó la compra del terreno en el que se construiría el complejo habitacional Flor del Valle, sueño de la casa propia que iba a beneficiar a unas 130 familias provenientes de los campamentos La Isla, La Farfana y Parcela 52.
A pesar de los 10 años de lucha, las familias del campamento, ubicado a orillas del río Mapocho en Maipú, no podrán obtener las viviendas sociales debido a que quienes iban a ser sus futuros vecinos se opusieron a su llegada al sector.
El rechazo al proyecto ocurrió el viernes, cuando el Concejo Municipal no aprobó que la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) les traspasara los recursos que les faltaban a las familias para comprar el terreno y construir sus casas.
Una lucha de 10 años
El deseo de la casa propia se transformó en acción hace 10 años, cuando las familias del campamento comenzaron a organizarse para lograr tener sus viviendas. Al comienzo juntaron dinero y obtuvieron subsidios. pero el dinero aún no era suficiente. Los pobladores relatan que en el año 2004 comenzaron a organizarse con el Comité de Allegados La Isla, luego en el 2005 llegó a ayudarlos y asesorarlos la Fundación TECHO, trabajando con arquitectos en el diseño de las viviendas, que consistía en casas duplex, para lo cual ya tienen el ahorro. Entonces surgió la posibilidad de que la agrupación de familias postulara a fondos de la SUBDERE, a lo cual solo se puede acceder mediante el municipio. Así, a mediados de junio de 2014, con el patrocinio del alcalde de la comuna, Christian Vittori, presentaron el proyecto, el cual fue aprobado en diciembre de 2015.
Tras esto sólo faltaba la aprobación del Consejo Municipal, votación que se fue postergando, luego de que los vecinos se opusieran a la iniciativa, argumentando que con la llegada de estas personas el sector eventualmente se vería afectado por la delincuencia y el tráfico de drogas.
El reclamo de los vecinos y la respuesta del Concejo
Los vecinos se opusieron a que llegaran al lugar, acusando que con ello traerían delincuencia y narcotráfico, al respecto la presidenta de la agrupación de familias del campamento, Pamela Ocares, acusó que cuando intentaron hablar con los habitantes de la villa en cuestión, para presentarse y explicar que no representaban peligro para la comunidad, ellos los trataron de “delincuentes, narcotraficantes y prostitutas. Eso nos dijeron”.
En ese escenario, y próximo a las elecciones municipales, el Concejo Municipal reaccionó así :
Los concejales Mauricio Ovalle (PDC), Ariel Ramos (PC), Antonio Neme (UDI) y Carol Bortnick (PPD) votaron a favor de la materialización del proyecto.
Mientras que los concejales, Abraham Donoso (PDC), Carlos Jara (PPD), Hernán Silva (PDC), Marcela Silva (PDC) y el alcalde Christian Vittori, se opusieron a la construcción del conjunto habitacional. Por su parte, el concejal Alejandro Almendares se abstuvo.
De esta forma se rechazó el proyecto dejando a las familias en la incertidumbre. Por su parte el alcalde Vittori argumentó su voto señalando que como municipio deben escuchar a las dos partes involucradas y también señaló que el Serviu no realizó bien el trabajo, ya que el proyecto no incorporaba jardines infantiles, centros de salud y colegios, agregando que sólo se trata de la construcción de casas y no de barrios, reafirmando que no se trata de un caso de discriminación.
Ante esto, la fundación TECHO, que acompañó a los pobladores de los campamentos en el proceso, lamentó la decisión del Concejo y consideran que es una muestra de discriminación. “hoy día las razones por las cuales se rechazó este proyecto es por franca discriminación, o sea hoy día se excluye a familias que tengan la posibilidad de una vivienda definitiva por discriminación. Se los ha discriminado por ser pobres”, declaró el capellán Juan Cristobal Beytía
Al conocerse el resultado de la votación, la tesorera del Comité de Allegados La Isla, Yanet Ortega, anunció que no claudicarán en su lucha, señalando que el siguiente paso es una reunión que deben programar pronto con el SERVIU para determinar los pasos a seguir.