El ministro en visita, Jaime Arancibia Pinto, condenó al capitán en retiro del Ejército, Aníbal Schaffhauser, a la pena de 9 años de presidio sin beneficios por secuestro con grave daño, contra Claudio Núñez Rodríguez y Sonia Núñez Rodríguez, ilícito perpetrado a partir del 16 de octubre de 1973 en la población El Melón, en la comuna de La Calera.
En el fallo de primera instancia, el magistrado aplicó, además, a Schaffhauser Camposano las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, y al pago de las costas de la causa.
En el aspecto civil, el ministro acogió la demanda de indemnización de perjuicios, ordenando al condenado y al Estado de Chile pagar solidariamente $75.000.000 por concepto de moral a los dos demandantes, Claudio Núñez Rodríguez y Sonia Núñez Rodríguez.
Los hechos
En la etapa de investigación, el ministro Arancibia estableció que el día 16 de octubre de 1973 el domicilio ubicado en calle Los Álamos Nº1206 A, en la Población Cemento Melón de La Calera, se produjo un violento allanamiento encabezado por un grupo de militares pertenecientes al Regimiento Nº2 Aconcagua de Quillota, los que estaban al mando de un Teniente y apoyados por Carabineros de esas mismas localidades.
En la acción fue detenido el padre de las víctimas, Rodolfo del Carmen Núñez Díaz, quien es golpeado y llevado a una dirección desconocida y posteriormente a la Cárcel de Quillota.
En el mencionado allanamiento -realizado en presencia de la esposa del detenido, Marta Rodríguez Campusano, de las dos víctimas querellantes y de otros cuatro hermanos, todos ellos menores de edad- «son golpeados e insultados», según detalla el fallo. «Después de ello son obligados a quedar encerrados en su propia casa bajo custodia militar, sin poder salir a la calle o comunicarse con sus vecinos», se agrega en la resolución.
«Después de varios días, a dos de los hermanos se les autoriza a concurrir a su colegio, siempre custodiados por militares y siendo maltratados y amenazados en todo momento», añade el tribunal.