El ministro de visita de la Corte de Apelaciones de La Serena, Vicente Hormazabal, confirmó el procesamiento contra el excomandante del Ejército, Juan Emilio Cheyre, acusado de torturar a 24 personas en la región de Coquimbo durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
En febrero de 2019, el juez procesó a quien fuera el número 1 del Ejército entre 2002 y 2006, acusando que Cheyre en 1973 era teniente y ejerció una coordinación o supervisión de los organismos de seguridad, que se dedicaban a efectuar interrogaciones, indagatorias y torturas.
Incluso, tras ser procesado estuvo en prisión preventiva en el batallón de policía militar de Peñalolén, pero a los días obtuvo su libertad bajo fianza, reseñó BioBio.
Los abogados del excomandante en jefe del Ejército pidieron dejar sin efecto este procesamiento, lo que fue rechazado por el ministro Hormazábal, tras considerar que existen antecedentes suficientes para inculparlo.
De acuerdo con el documento – citado por Clarin –, la defensa alega que las pruebas que involucran al imputado en crímenes de lesa humanidad desde el 11 de septiembre de 1973 son “totalmente inverosímiles” y que son “imputaciones formuladas”, debido a que “se trata de situaciones fácticas que hacen incompatibles el ejercicio de los cargos”.
Jorge Bofill, quien representa al general en retiro, confirmó que apelarán ante la Corte de Apelaciones de La Serena e insistió en la inocencia de su representado.
Sin embargo,el abogado querellante en la causa, Cristián Cruz, insistió que la resolución está apegada a derecho.
A su vez, el abogado Roberto Ávila Toledo, que representa al expreso político Hugo Toledo, aseveró que esta solicitud, solo evidencia que el general si está involucrado en los hechos de tortura, que sufrieron su defendido entre otros.
“Esto confirma lo que sostenemos los querellantes, que el general Cheyre es responsable de estos delitos, la cantidad de antecedentes que el juez de la causa tuvo a la vista, para confirmar el procesamiento, es francamente abrumadora para la defensa”, expresó Toledo, citado por Clarin.
Cabe recordar, que el oficial que en su momento juró lealtad a Pinochet y luego se transformó en el favorito de Ricardo Lagos se encuentra condenado en primera instancia, con apelación pendiente, por el fusilamiento de otros presos políticos.