Desde el año 2012, la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedelam) decidió conmemorar, cada 30 de agosto, como el Día Internacional del Detenido Desaparecido. La intención de la fecha -que contó con el respaldo de la ONU- se enfocó principalmente en establecer un momento de memoria y recuerdo de las víctimas que fueron detenidas ilegalmente y desaparecidas en las diversas dictaduras y regímenes antidemocráticos que ha padecido la región.
La conmemoración también busca poner sobre la mesa la compleja búsqueda de justicia de diversas organizaciones de derechos humanos. En Chile, un país que aún sufre las heridas de la desaparición forzada y la impunidad, las víctimas de la dictadura militar -hombres, mujeres, niños y ancianos- son recordados aún desde la incertidumbre. A muchos nunca se les encontró y los pactos de silencio, que sellaron el secreto sobre sus destinos, siguen intactos sin que la democracia los perturbe. Cerca de 1193 personas se mantienen como detenidos desaparecidos, según las cifras oficiales.
En este contexto, durante la mañana de este martes, un grupo de personas de la Agrupación Londres 38 protestó ante el escenario de impunidad que se ha mantenido en Chile, lanzando gorras militares y tiñendo de rojo el agua de las piletas frente a La Moneda.
Otros chilenos y chilenas fueron desaparecidos en plena democracia. Es el caso, por ejemplo, de José Huenante, el estudiante de 16 años que fue detenido en Puerto Montt por una patrulla de Carabineros y posteriormente, sin razón alguna, desapareció. La búsqueda de respuestas de su familia coincide con el dolor de los cercanos de José Vergara, otro joven detenido por la policía en Alto Hospicio y quien padecía esquizofrenia. Hasta el día de hoy su familia no obtiene respuestas acerca de su paradero, lo que los posiciona a ambos como los detenidos desaparecidos de la democracia.
La ONU se pronunció hoy señalando que «los Estados tienen la obligación de revelar el paradero de las personas que se encuentran privadas de la libertad; de mantenerlas en lugares de detención oficialmente reconocidos; y de proporcionar información sobre su detención, de manera rápida y precisa, a su familia, a sus abogados, o a otras personas con un interés legítimo».
La conmemoración de este día se acompaña de diversas actividades, especialmente en los países latinoamericanos. En Chile, por ejemplo, se exhibe «Relatos de dolor y esperanza», una muestra de arpilleras de gran formato que reúne trabajos desarrollados entre 1976 y 2008, tanto en Chile como en el extranjero, que permiten reconstruir parte de nuestra historia.
Las arpilleras son un medio de expresión que da cuenta de las acciones emprendidas por las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, los trabajadores y la lucha de la población en general contra la dura realidad a la que fueron forzados a vivir en dictadura. La exhibición reúne obras excepcionales, como algunas realizadas por mujeres y madres de detenidos y detenidas desaparecidas, así como algunas muestras de arpilleras en contexto de regreso a la democracia.
A la vez, quienes asistan podrán observar los trabajos realizados fuera del país, como lo realizado por el Movimiento de Emancipación de la Mujer en Chile (MEMCH) en su sede en Chicago. La muestra se puede visitar en la Galería de la Memoria (Museo de la Memoria), desde el 30 de agosto al 24 de diciembre.