Según documentos desclasificados recientemente, el Secretario de Estado Henry Kissinger (87) anuló una directiva (aprobada por el mismo) con la cual pudo haber detenido la oprobiosa Operación Cóndor.
En un cable, fechado el 16 de septiembre de 1976, Kissinger anulaba una orden previa a los embajadores a ponerse en contacto con las más altas autoridades militares para advertirles en contra de la campaña de asesinatos internacionales planeada en conjunto por las dictaduras militares de la región. Descubierto entre miles de documentos desclasificados, el cable fue dado a conocer el 10 de abril por la organización Archivos de la Seguridad Nacional, Nacional Security Archive, NSA.
Esta orden no sólo terminó con la presión política de Washington, por lo menos en contra de los descarados planes de eliminación física a la oposición política a las dictaduras, sino que reveló la profunda intromisión y el apoyo específico de Kissinger a las dictaduras militares. Además desenmascaró la mentira del asistente de Kissinger, William Rogers, quien dijo en el 2004 que su jefe “no tiene nada que ver” con el cable hecho público.
El 21 de septiembre de 1976, 120 horas después que Kissinger envió el cable cancelando la presión política en contra de asesinatos políticos, agentes chilenos, cubanos y estadounidenses asesinaron con una poderosa bomba al canciller del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier y a su ayudante Ronnii Moffitt en plena capital de Washington. Un acto terrorista en suelo estadounidense catalogado como el más grande después del ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001.
“Es la pieza final del histórico puzzle del rol de Henry Kissinger y el gobierno de los Estados Unidos en la acción e inacción después de haberse enterado de los planes asesinos de la Operación Cóndor … Ahora sabemos lo que pasó: El Departamento de Estado inició a tiempo un esfuerzo para coartar una fábrica de asesinatos en el Cono Sur y Kissinger, sin explicación alguna la abortó … Con la cancelación la alerta a las naciones Cóndor, Kissinger previno la entrega de una protesta diplomática que pudo concebiblemente haber detenido un acto terrorista en Washington DC,” dijo Peter Kornbluh, analista del NSA.
Kissinger fue Secretario de Estado desde 1973 hasta 1977. Han sido tan numerosos sus fiascos y crímenes internacionales que en el libro El Juicio a Henry Kissinger (2002), el autor Christopher Hitchens traza el camino legal para que cualquier fiscal en cualquier parte del mundo lo enjuicie por crímenes de guerra en Indochina, Bengala, Chile, Chipre y Timor del Este.
En Chile, desde antes que Allende fuera ratificado por la legislatura como legítimo presidente, el “Premio Nobel de La Paz”, más conocido como el quinto hombre de la junta militar chilena, ya estaba planificando su derrocamiento y asesinato.
Alguna vez Kissinger dijo que Chile era una peligrosa «daga apuntando al corazón de la antártica.» Una daga que había que remover a cualquier costo. Allende tenía que ser detenido sin importar que en el proceso se destruyera la democracia misma. Así ideó la política de los «dos caminos», por un lado aislar a Allende en el plano internacional y por otro, mucho más sucio, lado provocar a los militares chilenos, a través de asesinatos, subversión política y sabotaje económico, para que se decidieran por el golpe de estado.
Por Fernando A. Torres
Fotografía: Chile – El dictador Augusto Pinochet estrecha la mano al secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger.
Fuente: Argenpress