La Corte de Apelaciones de Concepción dictó sentencia de segunda instancia por los homicidios calificados de los ciudadanos ecuatorianos Felipe Porfirio Campos Carrillo y Freddy Jimmy Torres Villalba, ilícitos perpetrados el 19 de septiembre de 1973, en la desembocadura del río Bío Bío.
En fallo unánime (causa rol 394-2013), la Cuarta Sala del tribunal de alzada -integrada por los ministros Juan Villa, Camilo Álvarez y el abogado (i) Patricio Mella– ratificó las condenas de 15 años y un día de presidio y de 5 años y un día de presidio que deberá cumplir Sergio Arévalo Cid, y la absolución de toda responsabilidad en los ilícitos de Renato Rodríguez Sullivan; en tanto, revocó la absolución y condenó a Fernando Pinares Carrasco a la pena de 15 años y un día de presidio.
En la etapa de investigación, el ministro Carlos Aldana logró establecer que, entre el 16 y el 19 de septiembre de 1973, Felipe Porfirio Campos Carrillo de 23 años, estudiante de Kinesiología y Freddy Jimmy Torres Villalba, de 19 años, estudiante de Ingeniería; ambos de nacionalidad ecuatoriana y que se encontraban estudiando en la Universidad de Concepción, fueron detenidos, sin orden judicial ni administrativa competente, por funcionarios de Carabineros que los condujeron hasta dependencias de la Cuarta Comisaría de la ciudad, Lugar desde donde fueron sacados -el 19 de septiembre- por personal de Carabineros y trasladados al sector de la desembocadura sur del río Bío Bío, donde fueron encontrados muertos al día siguiente, presentando varios impactos de balas en sus cuerpos.
La prensa local de la época tituló; «Hallan a dos extremistas acribillados a bala». Un diario nacional, por su parte, señaló el 28 de septiembre de l973 que ambos jóvenes no eran «extremistas, pero que vivían con elementos que sí lo eran y que habrían sido víctimas de una venganza política».
¿ Quien era Freddy?
Según el testimonio de su hermano Kenny Torres Villalva nos podemos enterar de que Jimmy Freddy Torres Villalva, fue un estudiante sin militancia política alguna, que fue favorecido con una beca concedida por la Universidad de Concepción, de la Republica de Chile.
El estudiante babahoyense, fue destacado en sus estudios secundarios, obteniendo las mejores calificaciones en el colegio “Adolfo Maria Astudillo” de la ciudad de Babahoyo, razón por la que se hizo acreedor al premio del mejor bachiller de dicho plantel de educación secundaria del año 1972; y cursaba el primer año en la facultad de ingenieria en la Escuela Superior Politécnica del Litoral. (Ecuador).
La Universidad de Concepción, otorgaba cada año la beca “Profesor Salvador Galves Rojas” al mejor estudiante latinoamericano, para que realizara estudios de ingeniería, por el lapso de seis años.
Jimmy Torres, junto su amigo y compañero, Felipe Campos Charrillo, oriundo de la ciudad de Guayaquil y que también fue un alumno de excelencia y becado, vivían en la residencia universitaria, y nunca intervinieron en actividad alguna que no fuera estrictamente estudiantil.
El día 11 de septiembre, al ver la situación política Chile, los chicos fueron al consulado a consultar su situación como extranjeros. El Cónsul no se encontraba en su oficina y la esposa de éste, les recomendó que se presentaran en Carabineros. Así lo hicieron y la policía los felicitó por su actitud.
Sin embargo, el diario “La Crónica”, de Concepción en su edición de septiembre 28 de 1973 informó que los cadáveres de dos estudiantes habían sido encontrados flotando en las aguas del rio Bío Bío, describiendo las ropas que vestían.
En la morgue, el Dr. Behm, que los tenía por amigos, ya había reconocido los cadáveres. Ambos presentaban idénticas heridas: perforaciones de bala en la tetilla izquierda, traumatismo múltiple en distintas partes del cuerpo, señales de haber sido torturados con colillas de cigarrillos encendidos, así como también, presentaban heridas de bala en la nuca y pómulos. También se pudo observar en aquella instancia, que sus cuerpos presentaban huellas de haber sido torturados con descargas eléctricas.
El día 6 de octubre de 1973 llegaron al fin los restos de Jimmy a Ecuador pero la tragedia, lejos de resolverse, para dar paso al luto, se hizo más honda y terrible, ya que lo que sus familiares recibieron en realidad, fueron sólo cenizas y no pudieron despedir el cuerpo de ese hijo que vino a nuestro país, buscando un mejor futuro y que fue asesinado injustamente.
El caso de la familia de Felipe Campos fue similar, ya que El Embajador del Ecuador, un exmilitar, telefoneó a casa de los Campos en Guayaquil para informar de la muerte del hijo, y les hizo conocer que el gobierno militar no autorizaba la repatriación del cuerpo, sino solamente de sus cenizas. La familia de nueve hijos reunida oía las palabras del Embajador, el padre de familia, Don Felipe, se desmayó. Ellos debían decidir, o se sepulta en Chile o se incinera. La familia respondió llorando: “que lo incineren, porque lo queremos tener con nosotros”. Y así se hizo, bajo la mirada cómplice del Embajador de la época.
Estas historias se encuentran en el sitio de Memoria Viva, y quisimos rescatarlos ya que son tantos los nombres de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados políticos que a veces se pierden dentro de una masa de caras y nombres que más impactan a las nuevas generaciones por la cantidad, que por el drama humano que vivió y siguen viviendo cada una de las familias que todavía no encuentran una justicia real y compensatoria que sea proporcional al drama y a la tragedia que sufrieron por culpa del estado de Chile.
Poco a poco se van conquistando pequeños espacios de justicia, como lo sucedido con el Caso Quemados recientemente y gracias a la lucha incesante de los familiares que no han bajado los brazos a pesar del tiempo.
Con información de: pjud.cl / memoriaviva
En twitter: @AngelaBarraza