Declaración de la FECh ante caso de profesor acusado de abuso sexual

En octubre de 2015 la estudiante de tercer año de Historia de la Universidad de Chile, María Ignacia León -de entonces 21 años- denunció por acoso y abuso de poder ante la decana de la Faculta de Filosofía y Humanidades al profesor Fernando Ramírez Morales (63). El relato público que hizo de su caso significó que otras alumnas comenzaran a dar testimonios similares hasta ese momento no denunciados.

Desde entonces han pasado alrededor de 6 meses sin un resultado en favor de la alumna denunciante y de las demandas del estudiantado respecto al caso, por lo que la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile ha decidido emitir una declaración pública con sus cuestionamientos al proceso, la que reproducimos a continuación.

«Ante el caso de Fernando Ramírez Morales,

Como estudiantes hemos sido testigos en el último tiempo de cómo los casos de acoso y abuso sexual se han visibilizado al interior de nuestra casa de estudios. A su vez hemos sido testigos no sólo de la falta de legislación que existe en torno al tema sino de las múltiples irregularidades cometidas por las autoridades de la Universidad de Chile. Ante esta situación de injusticia, de autoritarismo universitario y de complicidad con las prácticas machistas, nos es imposible callar. Somos una universidad que debe abogar por conquistar una educación no sexista y hacer suyas las luchas del feminismo.

Es por esa razón que no podemos sino repudiar el cómo se ha llevado adelante el proceso de sumario administrativo al académico Fernando Ramírez Morales de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

1. Denunciamos el hecho de que el proceso se haya extendido por más de cinco meses siendo que las informaciones que se le entregaron a la estudiante denunciante fueron que este estaría cerrado en Diciembre del año 2015.

2. Denunciamos el hecho de que al mencionado académico se le haya asignado uno de los cursos de formación general de la universidad para el primer semestre del año 2016, siendo que este se encontraba bajo suspensión de sus actividades académicas por decisión de la fiscal del caso. Además entendemos que la posterior cancelación de este curso fue gracias a la movilización que ejercimos como estudiantes.

3. Denunciamos al profesor Leonardo León tanto por hacerse parte del curso antes mencionado, avalando la irregularidad del proceso y siendo cómplice del mismo. Además es reconocido a nivel estudiantil las prácticas cómplices y poco transparentes de dicho profesor, incluso hemos sido testigos de cómo utilizó su cargo de director del departamento de Ciencias Históricas para trabar cualquier tipo de discusión sobre el tema entre los mismos académicos y el diálogo de éstos con el estudiantado. Por lo demás, también es de conocimiento social en los lugares de trabajo de León, su conducta sexista, homofóbica, machista, misógina y racista.

4. Denunciamos a la Decana, María Eugenia Góngora, respecto a la declaración emitida el día Jueves 31 de Marzo. Esto debido a que en ella se reluce la creación de un comité de expertos en género que creó un documento para saber cómo proceder en estos casos, no obstante, a esta comisión se le había asignado dicha tarea con anterioridad al sumario en cuestión y cabe mencionar también que dicho documento es bastante cuestionable, pues se remite sólo a dar un paso a paso de la formalidad de denuncia en caso de abuso sexual (denuncia en carabineros, etc.), no presenta ningún avance real en la lucha por erradicar estos problemas del espacio universitario. También es bueno decir que se omite el hecho de que no se asignó una fiscal con conocimiento en temas de violencia de género ya que, bajo las lógicas de la decana, atentaría “contra la imparcialidad del proceso”, haciendo caso omiso al manual generado por la misma universidad y a las necesidades de la afectada.

5. Es importante destacar las trabas que se han puesto por parte de las autoridades a las actividades de denuncia realizadas desde el estudiantado a través de la censura. Además del incumplimiento de sus promesas respecto a liberar horarios a las/os funcionarias/os para que estas actividades sean triestamentales y al generar espacios de discusión comunitarios para hacernos cargo como estudiantes de la problemática en conjunto con decanato.

Profesor Fernando Ramírez Morales

El caso de Fernando Ramírez se presenta como la punta del iceberg de un problema estructural dentro de la universidad que se ha ido naturalizando con los años, tanto en sus relaciones jerárquicas (tanto entre administrativas/os, académicas/os, estudiantes y/o funcionarias/os) como en las relaciones entre los mismos estudiantes. En el desarrollo de distintos casos puestos a la luz pública durante el año 2015 ha quedado en evidencia que no podemos confiar de manera exclusiva en las autoridades y sus mecanismos burocráticos para la resolución de estas problemáticas, por lo que se nos plantea un importante desafío: destruir la cultura del machismo que permite el acoso dentro de la universidad, en pos de un buen ambiente laboral como estudiantil donde ninguna compañera, académica y funcionaria más se vea afectada por redes de poder, complicidad patriarcal e histórica misoginia de las cuales no está exento el espacio universitario.

A su vez, entendemos que la rígida estructura universitaria hoy hace que muchas veces sea imposible iniciar los debidos procesos de sumario a académicos debido a las redes de poder que hoy son la base electoral de los decanos como también a estudiantes o funcionarios por la voluntad de que no existan mayores conflictos en las facultades. Es por ello que creemos necesario que la comunidad universitaria en su totalidad se haga cargo, participando del gobierno universitario en todos sus niveles, de generar las políticas necesarias para este tipo de casos o cualquier otro que sea atingente a la comunidad universitaria.

Al calor de las denuncias, esperamos que las autoridades se sumen al ambiente de cambio que se ha generado, no sólo haciéndose cargo de los múltiples casos de acoso y abuso sexual que existen en la universidad de manera discursiva, sino de manera práctica.

Por lo anterior, finalmente entendemos que no podemos sino esperar la desvinculación permanente de Fernando Ramírez de la Universidad de Chile, con el fin de resguardar a nuestras compañeras y a toda la comunidad universitaria, mostrando un real interés en el bienestar de nuestros espacios.

Lunes 4 de Abril, Santiago».