Este jueves en el Congreso Nacional en Santiago se realizó una importante conferencia con el objetivo de dar a conocer nuevos y brutales casos de maltrato contra animales que han terminado con la vida de éstos, como ocurrió con el perro Cholito en Recoleta a principios de mes, cuya historia de muerte conmocionó a la ciudadanía.
En la ocasión participaron el senador Guido Girardi, impulsor de la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas que se encuentra en el parlamento; Patricia Cocas, presidenta de la ONG ProAnimal y redactora junto al parlamentario de dicha iniciativa; Erika Herrera y Héctor Estrada, de la Unión de Amigos de los Animales; y Max Mollo, dueño de uno de los perros asesinados.
Durante la conferencia se relataron los crudos casos de fatal maltrato animal y se hizo hincapié en la urgencia de generar cambios legales para hacer frente a ellos de manera categórica.
Santi en Ovalle
Uno de los casos es el de Santi, un perro callejero que llegó a vivir a una villa en Ovalle, en la Región de Coquimbo. Según la denuncia expuesta en la conferencia por Patricia Cocas, el hecho ocurrió el pasado sábado 7 de enero, el mismo día en que los chilenos se conmovían e indignaban tras viralizarse a través de redes sociales la brutal paliza a Cholito. La denuncia sostiene que esa jornada, a eso de las 9 de la mañana, un sujeto acompañado de otras personas apalearon a Santi hasta matarlo.
La presidenta de ProAnimal explicó que se tiene identificados físicamente a los supuestos responsables, pero que aún no se consigue establecer con exactitud sus nombres. La activista agrega que ya se realizó una denuncia, pero que sin embargo en Ovalle habría un problema que se arrastraría desde años y que tiene que ver con la labor de las autoridades encargadas de enfrentar estos casos. «Las policías y los fiscales no están haciendo su trabajo. En general, los casos de maltrato que llevan se archivan, no prosperan, no se toman las denuncias, la policía no va al lugar… entonces los casos no quedan en nada y siguen ocurriendo cosas como ésta», aseguró.
En este registro los dueños de Santi encaran a la persona que dio muerte a la mascota, quien si bien no acepta identificarse sí reconoce ser el responsable del asesinato.
Pocoyó en San Francisco de Mostazal
El otro caso ocurrió en San Francisco de Mostazal, en la Región de O’Higgins, la madrugada del pasado lunes 16 de enero, donde un perrito de nombre Pocoyó resultó muerto. De acuerdo al relato de su dueño, Max Mollo, el animal fue brutalmente agredido por uno de sus vecinos y amigo, identificado como Francisco Vera. Atraído por una perra del vecindario, Pocoyó se habría arrancado y cuando llegó a la casa de la persona sindicada como la responsable del asesinato, éste lo habría golpeado hasta acabar con su vida.
Max explica que fue una vecina quien, al escuchar ruidos en la calle, pudo observar lo que ocurría y luego le relató lo que presenció a la madre de Mollo. Como una de las pruebas, el dueño del animal asesinado exhibió una conversación de WhatsApp con la polola del agresor, quien le confiesa que su pareja fue quien mató a Pocoyó.
Mollo se refirió a la excusa ocupada por la polola de Francisco, quien intentó relativizar lo ocurrido planteando que éste desconocía que la mascota pertenecía a su «amigo». «Era un perro, independiente de que haya sido mío o de la calle era un perro, un animal, un ser vivo, él (Francisco) no tenía el derecho de hacer eso», declaró Max.
Agregó, además, que Francisco ha sido visto golpeando a sus perros y cita para sustentar esto la mencionada conversación de WhatsApp en donde la pareja del acusado escribe lo siguiente: «Tu sabes que a mi no me gusta que el pancho lr pegue a los perros (…) Menos a los tuyos (sic)».
Lo más paradójico de toda esta situación, añadió el dueño de Pocoyó, es que mientras él daba la conferencia junto al senador Girardi y representantes de organizaciones animalistas para denunciar los brutales asesinatos, su hermana estaba siendo formalizada tras enfrentar a Francisco Vera, quien permanecía hasta entonces en libertad.
«Esto nos choqueó mucho como familia, mi mamá está muy mal, está en terapia por lo sucedido», dice Max, quien advierte respecto al responsable: «Fue una tortura, él lo masacró. Una vez muerto el perro lo dejó al lado del basurero, ni siquiera fue capaz de darme la cara y decirme pasó esto y lo siento. Se supone que era mi amigo, se supone».
«Son un peligro para la sociedad»
Patricia Cocas planteó durante la conferencia que no ha sido su agrupación la que ha tenido que salir a buscar estos casos para presentarlos a los medios. «Nos llegan todos los días y estos nos llamaron la atención porque son exactamente lo mismo que pasó con el Cholito. Y estamos a días de que se denunció ese caso por los medios de comunicación y hay una querella, causó repudio, se hizo una marcha con más de 6 mil personas, y hay gente que sigue haciendo lo mismo».
Frente a este escenario la activista reflexiona: «¡¿Qué es lo que está pasando como sociedad?! Aquí hay involucradas personas jóvenes. ¿Qué pasa por sus cabezas que, sin motivo alguno, frente a un animal que no agrede, sin ser atacados, tienen la capacidad de tomar un ser que padece dolor, que está indefenso, y lo maltratan con palos hasta darle muerte?».
Por su parte, Héctor Estrada, de la Unión de Amigos de los Animales, sostuvo que «estos animales para algunas personas son su familia, su compañía; cualquier perro, cualquier gato son parte de ellos, son quienes les alegran el día y quienes le mueven la cola cuando llegan a la casa. Entonces es importante velar por sus derechos, por que no haya más maltrato; no más tipos locos que porque les dio un arrebato agarran a palos al perro del vecino o a uno que no conocen».
«Estas personas que agreden a los animales son un peligro para la sociedad. Son capaces también de agredir a las mujeres, a sus parejas, a sus niños, a los ancianos, entonces aquí hay que poner un alto, es hora de decir basta», añadió Patricia Cocas. En ese sentido, sostuvo que «con estos casos, con el rechazo que generan en la sociedad, con la cobertura que tienen en los medios de comunicación, espero que se logre la aprobación del proyecto de ley de Tenencia Responsable de Mascotas y se logren sanciones efectivas para estos casos».
Sanción penal para los maltratadores
Respecto de dicha iniciativa, su impulsor, el senador Girardi, explicó que luego de pasar por la Cámara de Diputados y el Senado, se encuentra ahora en Comisión Mixta y en marzo ya debiera ser ley de la República. El parlamentario informó que frente a los casos de maltrato animal conocidos recientemente incorporará en la próxima reunión de la Comisión Mixta, que él mismo preside, una modificación legal que garantice una sanción penal para quien maltrate animales.
Girardi explicó que hoy las personas que realizan estas acciones tienen la sanción establecida en el artículo 291 bis del Código Penal que señala que quien maltrate injustificadamente a un animal será castigado con la pena de multa de 2 a 30 UTM, y solo si el maltrato es más severo arriesga una sanción penal, traducida en presidio menor en su grado mínimo a medio. «Pero eso es optativo, es decir, esa pena es conmutable por una multa», explica el parlamentario, y agrega: «Nosotros queremos que la sanción penal no sea conmutable. O sea, el que maltrate un animal va a tener una multa, pero además va a tener una sanción penal».
«La Ley de Tenencia Responsable dice que si tú quieres tener una mascota, por ejemplo un perro, es como tener un hijo, le da un estatus. Si tú tienes un hijo no lo puedes dejar botado, no lo puedes dejar sin alimentación, si está enfermo no lo puedes dejar sin atención médica, no lo puedes dejar en la calle, y nosotros hacemos extensible esto a los animales y establecemos sanciones», explicó el congresista.
Girardi adelantó, además, que pedirá al Gobierno urgencia para el proyecto que cambia el estatus jurídico de los animales de «cosas muebles» a «seres sintientes». «No se les puede seguir tratando como si fueran una mesa o una silla porque eso habla del tipo de relación que los seres humanos tenemos con esos seres vivos», declaró. Finalmente, informó sobre un tercer proyecto que le dé un reconocimiento constitucional a los derechos de los animales.
Daniel Labbé Yáñez