Desapariciones de niñas y jóvenes en Atacama: Familias y organizaciones feministas denuncian impunidad y negligencia

"Aquí el sistema completo falla en la protección hacia las niñas y mujeres, porque en el territorio se da la singularidad del extractivismo, que es una detonante para la ejecución de las violencias", planteó Alejandra Carrasco, representante de Tejido Feminista de Atacama.

Desapariciones de niñas y jóvenes en Atacama: Familias y organizaciones feministas denuncian impunidad y negligencia

Autor: Leonardo Buitrago

La desaparición de tres jóvenes en Atacama se mantiene como un enigma para las policías y sus familias quienes mantienen una incesante búsqueda, mientras que organizaciones feministas denuncian impunidad y negligencia.

Se trata de Tanya Aciares (14), quien fue vista por última vez en octubre de 2018; de Catalina Álvarez (16), quien fue secuestrada por Hugo Pastén en junio de 2019, y de Thiare Elgueda (19), de quien no hay pistas de su paradero desde noviembre de 2020.

Ante la enigmática desaparición de las tres jóvenes que ha conmocionado a la III Región, el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, sostuvo un encuentro con sus familiares el pasado 8 de agosto, donde se comprometió a instruir a los fiscales del país para que agoten todas las instancias y realice las diligencias pertinentes para encontrarlas, aún cuando exista una condena judicial para los culpables.

Esa reunión tuvo lugar, luego de que los familiares de Tanya, Catalina y Thiare denunciaran en la audiencia gestionada por la diputada (PS) Daniella Cicardini los problemas y falencias registradas en los procesos investigativos por parte de las policías y del Ministerio Público en la Región de Atacama.

De igual manera, el pasado 9 de agosto, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, se reunió con las familias de las tres jóvenes e integrantes de organizaciones feministas de la zona para abordar los casos de violencia de género y desapariciones de niñas y mujeres que se han producido en Atacama.

En dicha reunió la secretaria de Estado se comprometió a evaluar aquellas solicitudes que están dentro de las competencias del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, que es representante legal en algunas de estas causas, y a coordinar otras con los distintos organismos públicos pertinentes.

«En Atacama no hay justicia para la violencia de género»

Al respecto, Alejandra Carrasco, representante de Tejido Feminista de Atacama -organización que acompaña a las familias de Tanya, Catalina y Thiare se refirió a los compromisos que asumieron tanto el fica Valencia como la ministra Orellana.

“Nosotras queremos tener una cuota de confianza de que por lo menos cumplan con las promesas que les hicieron a las familias. A pesar de que nosotras no creemos en la institucionalidad, no creemos en este Estado que es violento, nosotras estamos detrás de los familiares, y ellos sí están esperanzados en que por lo menos, el Fiscal Nacional y la ministra Orellana, puedan cumplir los compromisos que realizaron”, indicó.

La integrante de Tejido Feminista Atacama planteó que en la III Región existe total impunidad para los agresores de niñas y mujeres, lo que hace poco posible que se pueda confiar en la institucionalidad, pese a que estos hechos sean denunciados.

“Por eso la importancia del viaje que tuvimos a Santiago donde las familias fueron junto con nosotras a pedir el cambio de fiscal por persecutores especializados en búsqueda y que no pertenezcan a la región. Además, de estos tres casos que no son aislados, nosotras también hemos denunciado los problemas que hay con la trata de personas y con la explotación sexual infantil en el territorio”, relató en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.

A juicio de Alejandra Carrasco, la Región de Atacama no es un lugar seguro para las niñas, jóvenes y adolescentes.

“Nosotras somos tajantes en decir que aquí el sistema completo falla en la protección hacia las niñas y mujeres, porque en el territorio se da la singularidad del extractivismo, que es una detonante para la ejecución de las violencias», planteó.

«En Atacama además no hay justicia para la violencia de género y la institucionalidad es negligente en estos casos», la dirigente social.

Destacó que tras la desaparición de Tanya, Catalina y Thiare, en Atacama “se vive con miedo, con la incertidumbre de que si sales a la calle te pueden hacer desaparecer, te pueden agredir (…) se vive con temor en el territorio, en un desierto inhóspito, sacrificado y super patriarcal”.

A pesar de este lamentable escenario, la representante de Tejido Feminista Atacama resaltó que no desistirán y se mantendrán movilizadas para exigir justicia y se manifestaran hasta que la región de Atacama sea un lugar seguro para las niñas, adolescentes y mujeres.

“Nosotras somos el ojo que va estar encima de las autoridades y de la institucionalidad que no cumple sus promesas, porque compromisos antes para la región se han hecho, pero no se han llevado a cabo, entonces, nosotras seguimos organizadas, expectantes y no nos vamos a cansar de estar en la calle, queremos que Catalina, Thiare y Tanya aparezcan, porque es un derecho ser buscada, hasta que ser encontradas”, enfatizó.

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