En el marco de los treinta años desde el atentado del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) contra el dictador Augusto Pinochet, el diputado gremialista Ignacio Urrutia decidió solicitar, en medio de la sesión de la Cámara que votó la acusación constitucional contra la ministra Javiera Blanco, un minuto de silencio por Pinochet y los escoltas que fallecieron en dicha ocasión.
Sin que estuviera contemplado en la tabla discusiones de la Cámara, Urrutia pidió un homenaje «para mi general Pinochet», argumentando que todos los asesinos estaban libres y que murieron varios escoltas del dictador durante la época.
Además, el parlamentario señaló que «el autor intelectual está aquí en la Cámara», apuntando a la responsabilidad del presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien se desempeñaba por esos años como jefe de la Comisión Militar del Partido Comunista.
Pese a que algunos parlamentarios llamaron la atención del diputado Urrutia por su inoportuna interrupción y falta al reglamento, éste continuó y pidió un minuto de silencio. La respuesta oficial la otorgó el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, quien señaló que no correspondía pedir un homenaje en sala y que debía ser solicitado con al menos 24 horas de anticipación.
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