Una iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam) apoyada por Naciones Unidas instauró, desde hace algunos años, el 30 de agosto como el Día Internacional del Detenido Desaparecido. En Chile hay varias iniciativas que honran y recuerdan a los nuestros.
En Santiago, el domingo pasado, la Casa de la Memoria José Domingo Cañas, hizo una caminata por la memoria, recordando a los 54 detenidos desaparecidos que pasaron por ese centro de torturas de la dictadura.
El día de hoy -jueves 30-, desde las 12:30 en Londres 38, en frente a la casa que usaron los militares para desaparecer, asesinar y torturar personas, como centro de represión y exterminio, hacen un homenaje a las 96 personas que allí fueron asesinadas o hechas desaparecer. También se hace referencia al caso de José Huenante (ver info de su caso AQUÍ), que el año pasado motivó una intervención urbana, que pone de relieve que con los días finales de la dictadura no se ha terminado en Chile con la impunidad de los uniformados que cometen abusos en contra de quienes se rebelan en contra de lo que consideran injusto.
La Fedefam habla de 204.994 detenidos desaparecidos en toda América Latina desde que se comienza a hablar de la desaparición forzada, en 1960, según un informe que ha dado a conocer el Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOA-Watch, por sus siglas en inglés).
Por eso declaran mediante un comunicado que es su “deber recordar, el día de hoy, que muchos de los criminales que asesinaron y desaparecieron a millares de nuestros hijos/as, padres, madres y hermanos/as, en nuestro continente, fueron entrenados en la academia militar de Estados Unidos conocida como la Escuela de las Américas”.
Y agregan que un día como hoy, en 1996, la prensa estadounidense reveló la existencia de los Manuales de Entrenamiento que aconsejaban «aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos».
En Chile no fue distinto. Los militares golpistas, en su gran mayoría fueron formados en esta Escuela que funcionaba en Panamá y, ahora, sigue adelante con estos entrenamientos en Giorgia (Estados Unidos).
Son innumerables las organizaciones de derechos humanos que entre sus exigencias manifiestan que las miles de víctimas –entre quienes se cuentan a sus familiares y círculos cercanos- de las violaciones a los derechos humanos en toda América Latina tienen derecho a conocer a los responsables de asesinatos, desaparición forzada y torturas y que estos sean llevados ante la justicia para que paguen por sus crímenes.
Por otro lado, de acuerdo a los dictámenes de los acuerdos firmados por las naciones, entre las que se cuenta el Estado chileno, los estados deben dar garantías de que no se repetirán estos atropellos.
CBH
El Ciudadano