Economía y sociedad – La perspectiva de Gandhi

La verdadera Economía no va nunca contra los principios éticos más elevados, así como la ética verdadera, para merecer su nombre, debe ser al mismo tiempo de buena Economía… La Economía verdadera defiende la justicia social; promueve el bien de todos a partes iguales, incluyendo a los más débiles; y es indispensable para una vida […]


Autor: Wari

La verdadera Economía no va nunca contra los principios éticos más elevados, así como la ética verdadera, para merecer su nombre, debe ser al mismo tiempo de buena Economía… La Economía verdadera defiende la justicia social; promueve el bien de todos a partes iguales, incluyendo a los más débiles; y es indispensable para una vida decente – el M. K. Gandhi, ‘ Harijan ‘ del 9 de octubre de 1937.

La tarea crítica a la cual se enfrenta el que estudia la economía gandhiana es definir cómo el M. K. Gandhi comprendía la Economía, como distinta de la corriente económica tradicional de Adam Smith. Incluso si es cierto que Gandhi no era un economista profesional, su economía es una rica comprensión de la dinámica de los procesos económicos, intelectualmente estimulante por su producción de alternativas creativas.

Para Gandhi, las actividades económicas no pueden separarse de las otras actividades. La economía forma parte de un método de vida que está basado en valores colectivos. Las actividades económicas no pueden abstraerse de la vida humana. Gandhi quería garantizar la justicia distributiva garantizando que la producción y la distribución no fueran separadas.

LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA (SWARAJ)

Uno de los principios básicos de Gandhi es que «la tierra proporciona lo suficiente para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no la codicia de cada hombre». Mientras que el pensamiento dominante en Economía vuelve al hombre común completamente desguarnecido en cuanto a producción y distribución de los recursos, Gandhi proponía una visión alternativa a través del sistema de swaraj. El Swaraj es necesario para liberar las economías más débiles de la posición dominante del capitalismo neoliberal. Es necesario un nuevo marco conceptual en el cual cada país alcance el swaraj económico. Según Gandhi, cada país debería contar con sus propias fuerzas.

Los componentes del swaraj se basan en dos variables independientes, la psicología y la ética. Dada la escasez de los recursos, la producción no puede aumentar indefinidamente. La psicología de la abundancia es un fenómeno irracional. Los principios fundamentales de la actividad económica se basan en las necesidades y no en la abundancia. La abundancia genera desigualdad ya que está basada en distorsiones. La codicia procede del deseo de obtener la abundancia. Aquí, la psicología puede desempeñar un papel crucial. Los valores que condicionan el espíritu pueden cambiar los comportamientos humanos. El objetivo del swaraj proporciona límites a las necesidades humanas.

¿Cuáles son los ingredientes de la independencia económica o swaraj? En primer lugar, Gandhi concedía una importancia adecuada al sector tradicional. Da la más alta importancia a la  agricultura y a las industrias agro-centradas. El equilibrio entre los sectores primarios, secundarios y terciarios debería mantenerse con destreza, sobre la base de los recursos humanos disponibles. En segundo lugar, los pueblos deben tener más importancia que las ciudades. Gandhi observaba: «No se puede construir la no-violencia sobre una civilización de fábricas, pero sí puede construirse sobre pueblos que se auto limitan… Hay que tener una  mentalidad rural, y para tenerla, hay que tener la fe en el telar.»

La eficiencia del swaraj económico puede ser probada por la aplicación de los siete siguientes criterios:

•Eliminación de la pobreza y minimización de la riqueza.
•Autosuficiencia de cada unidad en las necesidades básicas.
•Identificación de las necesidades humanas básicas y de su satisfacción.
•Economía agro-centrada como base de creación de una economía duradera.
•Producción basada en las necesidades en la medida de lo posible por pequeñas unidades.
•Control de las distorsiones a través de la educación básica y la formación técnica.
•Limitación de la concentración del poder económico.

LA ECONOMÍA FAMILIAR (SWADESHI)

El Mahatma Gandhi era un campeón del Swadeshi o economía familiar. El mundo fuera de la India conoce las campañas de Gandhi para poner fin al colonialismo británico, pero eso no era sino una pequeña parte de su lucha. La mayor parte de su tarea fue renovar la vitalidad india y regenerar su cultura.

Para Gandhi, el espíritu y el alma de la India descansaban en sus comunidades campesinas. Decía: «La India verdadera se encuentra no en sus pocas ciudades sino en sus setecientas mil aldeas. Si las aldeas perecen, la India también perecerá.»

Según el principio del Swadeshi, todo lo que se fabrica o produce en el pueblo debe utilizarse, en primer lugar y sobre todo, por los miembros del pueblo. El comercio entre los pueblos, y entre pueblos y ciudades debería seguir siendo mínimo. Los bienes y servicios que no pueden producirse dentro de  la comunidad, pueden comprarse en el exterior.

El swadeshi evita la dependencia económica de las fuerzas de mercados externos que podrían volver la comunidad campesina vulnerable. También evita los transportes innecesarios, antihigiénicos, derrochadores y destructores del medio ambiente. El pueblo debe construir una fuerte base económica para cubrir la mayor parte de sus necesidades y todos los miembros de la comunidad campesina deberían dar prioridad a los bienes y servicios locales.

La teoría económica principal cree en métodos de producción centralizados, industrializados y mecánicos, mientras que Gandhi prevé un método de producción descentralizado, doméstico, artesanal. La producción de masa obliga a la población a dejar sus pueblos, sus tierras, sus oficios y sus casas para trabajar en fábricas.

En lugar de seres humanos dignos, de miembros de comunidades campesinas que se respetan, los campesinos pasan a ser simples piezas de una máquina. En el swadeshi, la máquina estaría subordinada al trabajador.

En los países que practican el swadeshi, la economía tendría su lugar pero no dominaría a la sociedad. La economía y la política no deberían interesarse sólo por las cosas materiales, sino que deberían ser los medios de realización de fines culturales, espirituales y religiosos. En realidad, la economía no debería separarse de los fundamentos espirituales profundos de la vida. Eso se realiza lo mejor posible, según Gandhi, cuando cada individuo es parte integrante de la comunidad; cuando la producción de los bienes se hace a pequeña escala; cuando la economía es local; cuando se da la preferencia a la artesanía local. Estas condiciones son propicias a una forma de sociedad comunitaria, ecológica, espiritual y holística. Según Gandhi, los valores espirituales no deben separarse de la política, la economía, la agricultura, la educación y demás actividades de la vida cotidiana. En este proyecto integral, no hay conflicto entre lo espiritual y lo material.

Para Gandhi, una civilización maquinista no era una civilización. Una sociedad en la cual los trabajadores debían trabajar en cadena, en la cual se trataba a los animales con crueldad en granjas-fábricas, y en la cual la actividad económica llevaría necesariamente a la devastación ecológica, no podía ser considerada como una civilización. Sus ciudadanos terminarían neuróticos, el mundo natural se transformaría inevitablemente en desierto, y las ciudades en selvas de cemento. En otras palabras, la sociedad industrial global, en oposición a una sociedad constituida por comunidades ampliamente autónomas y orientada por el principio del swadeshi, no es durable. El Swadeshi para Gandhi, era un principio sagrado, tanto como los principios de verdad y de no-violencia.

TUTELA O FIDEICOMISO (TRUSTEESHIP)

Los esfuerzos de Gandhi con el fin de «espiritualizar la economía» se reflejan en su concepto de Trusteeship. Se funda en el primer versículo (sloka) del texto sagrado hindú Isopanishad, según el cual se nos pide consagrar todo a Dios, y utilizarlo solamente en función de las necesidades. En otras palabras,  todo debe rendirse en primer lugar a Dios, y, a partir de allí, se puede utilizar solamente lo que es necesario para la creación de Dios, en función de sus necesidades estrictas. El espíritu de este concepto es el del desasimiento y el servicio.

La idea gandhiana del Trusteeship surge de su fe en la ley de no-posesión. Se basaba en su creencia religiosa de que toda cosa pertenecía a Dios y venía de Dios. Todos los beneficios del universo estaban, pues, destinados a Su pueblo, en su totalidad, y no a un  individuo en particular. Cuando un  individuo obtenía más que la porción que le correspondía, se volvía fideicomisario (trustee) de esta porción, tenía que administrarla en favor del pueblo de Dios. Si este principio podía impregnarse en el pueblo en general, el Trusteeship se volvería una institución legalizada. Gandhi deseaba que esta institución llegara a ser un aporte de la India al resto del mundo.

Básicamente, Gandhi proponía este concepto como una respuesta a las desigualdades económicas de rentas y de patrimonio, un tipo de solución no-violenta para resolver todos los conflictos económicos y sociales que prevalecían en el mundo. De modo que es la dignidad del hombre, y no su prosperidad material, que es el centro del pensamiento económico de Gandhi. La economía gandhiana apunta a la distribución de la prosperidad material, en vista únicamente de garantizar la dignidad humana. Así la economía es dominada por los valores morales, más que por las ideas económicas. Según Gandhi, el concepto de Trusteeship es el único fundamento sobre el cual es posible construir una combinación ideal de economía y moral. Concretamente, la fórmula de Trusteeship se enuncia así:

• El concepto de Trusteeship proporciona un medio para transformar el orden capitalista presente en un orden igualitario.
• No reconoce ningún derecho de propiedad privada, a excepción de los que serían autorizados por la sociedad para su bienestar.
• No excluye la reglamentación de la propiedad y del uso de las riquezas.
• En un sistema de Trusteeship regulado por el Estado, un individuo no es libre de detentar y utilizar su riqueza para su satisfacción egoísta, ignorando los intereses de la sociedad.
• Como en el caso de un salario mínimo para una vida decente, también debería establecerse un límite acerca de la renta máxima que se autorizaría para una persona en la sociedad. La diferencia entre tal renta máxima y mínima debería ser razonable y equitativa y variable en el tiempo, de tal modo que la tendencia fuera suprimir esta diferencia.
• Bajo tal orden económico, el contenido de la producción vendría determinado por la necesidad social y no por la codicia personal. A medida que el hombre avance de la estrecha esfera de la satisfacción personal hacia el concepto más noble del bienestar de todos, se acerca a la realización de sí. Toda esta idea de poseer la riqueza solamente para impedir que sea mal utilizada y para compartirla equitativamente, tiene por objeto proteger la dignidad humana. Si se la posee para otro objetivo, eso se vuelve moralmente criticable. Gandhi carga con esta obligación moral a los trustees [los administradores de riquezas], ya que es completamente consciente de los males del capitalismo que amplía la fosa entre ricos y pobres.

El concepto gandhiano de Trusteeship diverge también, profundamente, de la filosofía económica del marxismo. Si éste es hijo de la revolución industrial, la teoría de Gandhi no puede incluirse sino en el contexto de ciertos valores espirituales básicos de la tradición india. El socialismo marxiano tiende a la destrucción de la clase llamada capitalista, mientras que el enfoque gandhiano no es destruir la institución, sino reformarla. El socialismo de Gandhi que es ético, resulta diferente del socialismo marxiano. El hombre, según Gandhi, es primero un ser ético y, segundo, un ser social.

La diferencia más significativa entre el socialismo de Marx y el de Gandhi reside en el método que recomiendan para alcanzarlo. Mientras que el socialismo marxiano hace hincapié en la violencia, el socialismo de Gandhi apunta hacia un cambio del corazón por parte de los ricos. No hay lugar para la violencia, sino sólo para la confianza. El hombre común tiene confianza en el trustee [administrador] y este último desempeña un papel de tutor. Aunque esta forma de socialismo sea difícil de realizar, Gandhi lo defendía pues creía en la fuerza de la bondad del hombre y en el valor de la moralidad. Todos los otros «ismos» abordan superficialmente el problema, mientras que el principio de Trusteeship lo aborda en la raíz. Lo que no debe olvidarse es que en el corazón de este concepto reside la necesidad de proteger la dignidad humana.

por Jeevan Kumar

El Dr. Jeevan Kumar es Profesor de Ciencias Políticas y Director del Centro de los estudios Gandhianos en la Universidad de Bangalore, en Bangalore, India, [email protected].

Traducción: Mauricio Langon


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