Del total de militares cumpliendo penas de prisión, quienes fueron procesados por abuso sexual contra niños representan el mayor número de casos entre todos los crímenes cometidos, según un reporte del propio Departamento de Defensa de Estados Unidos difundido por AP.
Los crímenes incluyen abuso sexual infantil y pornografía de menores, a un ritmo de varios cientos de casos por año. La mayoría de las actividades ilícitas son llevadas a cabo por personal activo, en contra de los hijos e hijas de las familias militares.
No hay total transparencia de todos los parámetros involucrados, pues el Departamento de Defensa aduce la protección de las víctimas para restringir la difusión de más información. Por ello, no hay mayores antecedentes sobre cuántos incidentes concretos llegaron a algún tipo de acción penal. Los casos han sido reportados al Family Advocacy Program, del Departamento de Defensa (programa que vela por las familias).
AP denuncia que existen un manto de secretismo sobre este tema. Senadores del Partido Demócrata han exigido justamente al Secretario de Defensa Ash Carter que rompa este círculo vicioso de falta de transparencia sobre el tema. Esto, debido a que el Departamento de Defensa no incluye los casos de abuso sexual infantil en la estadística anual que entrega sobre el total de crímenes sexuales, que se centra en los casos entre adultos. Es decir, el problema grave de abuso sexual al interior de las fuerzas armadas es mucho mayor de lo reportado, cuando ya las cifras conocidas son de por sí graves.
En cuanto a cifras concretas: entre 2010 y 2014 se reportaron casi 1.600 casos de abuso de menores dependientes de militares. De ellos, 840 militares fueron identificados como victimarios. Un poco más de 300 casos correspondieron a familiares de ese personal castrense. La gran mayoría de las víctimas fueron niñas, y unos 50 casos de abusos fueron realizados por oficiales, el resto por tropa de menos rango. Según informó el Departamento de Defensa, la proporción de casos refleja la composición de las fuerzas militares, con un mayor número de soldados en rangos medios, y donde se concentra la mayor cantidad de padres. Los casos podrían ser incluso de mayor cantidad, pues la estadística solo cuenta a menores cuyos padres son parte de la estructura militar, y no las víctimas de familias civiles.
En contexto…
La cifras reveladas por AP de abuso sexual infantil y el secretismo con que se ha manejado el tema están en concordancia con la crisis de justicia al interior de las fuerzas armadas de Estados Unidos en miles de casos de abuso sexual contra mujeres (y también contra personal masculino) que está sub-representado por una cultura del miedo a las represalias y como respuesta a la jerarquía de mando. El gobierno de Obama ha puesto en marcha en los últimos años varios programas que buscan facilitar la denuncia y endurecer las penas en el sistema de justicia militar.
El Departamento de Defensa está, en ese sentido, bajo fuerte presión de los medios de comunicación, los grupos de defensa de derechos humanos y de los derechos de la mujer, para mejorar los canales de denuncia y proceso judicial de los perpetradores. Pese a los esfuerzos, de las decenas de miles de casos de abuso sexual que ocurren cada año en las barracas militares, solo una pequeña fracción llega a la justicia.