El monumento a la mujer originaria es una idea del historiador y periodista argentino Osvaldo Bayer, con la idea de emplazar en lugar de la estatua a Julio Argentino Roca -principal propiciador de la «Campaña del desierto», la cual dejó como saldo miles y miles de pueblos originarios arrasados- un monumento que muestre la diversidad cultural y étnica del país.
A cargo se su construcción se encuentra el artista Andrés Zerneri, quien también realizó los monumentos al Che Guevara en Rosario y a Juana Azurduy, quien desplazara a Cristobal Colón detrás de la Casa Rosada. Para su realización, millones de personas donaron llaves de bronce que servirán, una vez fundidas para realizar la obra.
Desde la ex ESMA -lugar que funcionó como centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar en Argentina-, donde actualmente tiene un taller, el escultor se vistió como preso de Guantánamo para, a través de una serie de carteles, catalogar de «irrespetuosa» y «violenta» la venida del presidente estadounidense para el 40 aniversario del Golpe de Estado en Argentina.
Actualmente Zerneri se encuantra resistiendo en su lugar de trabajo, los galpones de la ex Esma adonde se encuentra trabajando en el Monumento a la Mujer Originaria, lugar del cual la nueva administración macrista quiere echarlo.
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