Eliminación de prioridad de adopción para matrimonios

Niños del Sename

En Chile, al igual que en el resto del mundo, las familias son diversas; sin embargo, es sabido que la ley de adopción presenta múltiples trabajas para que los niños sin hogar, sean adoptados por personas solteras, priorizando incluso, que los infantes sean adoptados por matrimonios extranjeros, lo que es un trauma para aquellos que no son bebés ya que son enajenados de su propia cultura.

Además, está latente el tema de que se puedan constituir familias monoparentales, que son igualmente válidas y preferibles a la orfandad que viven cientos de niños, sin embargo, al no tener prioridad ante la ley, se les niega la posibilidad a potenciales padres o madres y a esos potenciales hijos, al no existir la institución del matrimonio.

Sin embargo, al parecer, esta situación podría cambiar.

El Ministro de Justicia, José Antonio Gómez, y la directora del Sename, Marcela Labraña, llegaron hasta la comisión de familia para exponer las indicaciones del gobierno a la reforma a la ley de adopción. Entre los principales cambios se encuentran: el fin del orden de prelación existente hasta hoy, lo que significa, que le dan prioridad a los matrimonios nacionales, luego a los extranjeros, y en tercer lugar a los solteros y viudos.

El diputado Ramón Farías, miembro de la comisión expuso que “no era posible que un niño susceptible de adopción fuera entregado a un matrimonio extranjero antes que a un soltero o soltera chilena. Siempre hemos planteado que si la familia biológica no puede hacerse cargo, al menos que el niño o niña se quede en el país, en su cultura”.

Finalmente, Farías valoró que se hayan ingresado las indicaciones “porque era lógico que estuviéramos algo inquietos, porque pasaron 7 meses en que no hubo noticias respecto a los cambios del gobierno. Hoy tenemos en nuestra comisión esas indicaciones y el próximo miércoles comenzaremos la discusión en particular”.

Estas reformas eran infinitamente necesarias ya que la cantidad de niños que hay en el Sename, es desoladora.  Sobre todo si consideramos que el Estado no cumple el rol formativo y de protección que tenía antes de la dictadura.