Entregan restos de dos víctimas de la masacre de Chihuio ocurrida en octubre de 1973

Foto: Radio Biobío

Este viernes por la mañana se llevó a cabo, en el Servicio Médico Legal de Valdivia, una ceremonia para entregar los restos de Fernando Mora Gutiérrez y Rubén Vargas Quezada, ambos trabajadores del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, pertenecientes al sindicato «La Esperanza del Obrero», quienes fueron detenidos y ejecutados por efectivos militares luego del golpe de Estado.

Este hecho criminal se conoce como la masacre de Chihuio y ocurrió en octubre de 1973. Según informa Biobiochile.cl, los familiares recibieron los restos en urnas pequeñas con una bandera de Chile, para luego hacer un velatorio en la Casa de la Memoria de Valdivia (Región de Los Ríos, que en el tiempo del crimen era la Región de Los Lagos).

Tanto Vargas como Mora –este último era menor de edad al momento de ser asesinado por el Ejército– permanecieron en una fosa clandestina hasta 1978. Ese año ocurrió la Operación Retiro de Televisores, gestada por el director de la CNI, Odlanier Mena. Este plan se encargó de desenterrar los restos de las víctimas de Chihuio –y de varios otros lugares de Chile donde habían sucedido ejecuciones– y lanzarlos al mar.

La fosa clandestina fue descubierta en junio de 1990 por personas relacionadas a los detenidos desaparecidos. En ese momento se reparó en que todavía se podían encontrar estructuras óseas.

El Ciudadano entrevistó esta semana Pedro Cardyn, hombre que perteneció a la compañía y que acaba de publicar Sangre de Baguales. Epopeyas mapuche y obreras en el tiempo del Complejo Maderero Panguipulli. Un efecto mariposa inconcluso (Lom, 2017). Revisa la entrevista aquí.