El gobierno de Barack Obama sigue con las ventas militares a Bahréin a pesar de la represión en curso de la monarquía gobernante contra los manifestantes en favor de la democracia. El viernes, el Departamento de Estado anunció que permitirá un envío multimillonario de armas al gobierno bahreiní y alegó “intereses de seguridad nacional”.
El anuncio se produjo pocos días después de que el gobierno del país asiático prometiera “acciones más duras” en su represión contra los manifestantes. Ante la confirmación de Estados Unidos de la venta de armas, miles de bahreiníes marcharon cerca de la capital, Manama, para exigir la liberación de los presos políticos.
Un manifestante dijo que “por supuesto, nuestras demandas en Bahréin, demandas de todo el pueblo, son las demandas de todos durante años: democracia, cambio de régimen, liberación de los prisioneros. Son las demandas de todo el resto del mundo. Queremos las mismas cosas”.
En respuesta al anuncio de más ventas de armas a Bahréin, el grupo defensor de los derechos humanos Human Rights First declaró: “Estados Unidos no puede tener dudas sobre la realidad de la represión en Bahréin. ¿Qué avances se han hecho que garanticen una recompensa en armas?».
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