Este hombre es muy peligroso para Estados Unidos

Meditar frente al Oakland City Hall es peligroso

Este hombre es muy peligroso para Estados Unidos

Autor: Cesarius

Meditar frente al Oakland City Hall es peligroso. Especialmente si eres mexicano, pacifista, has renunciado a tus estudios para no fabricar armas nucleares y participas de Occupy Okland. Conozca a ‘Pacho’ Ramos, el activista mexicano por el que se ha movilizado el mundo.

Francisco ‘Pancho’ Ramos Stierle tiene 36 años y el viernes salió de la cárcel. Hace unos meses también salió, pero de la prestigiosa universidad de Berkeley, donde estudiaba cuatro año de doctorado en Astrofísica. No es que le fuera mal, sino que tomó la decisión de abandonar sus estudios cuando se enteró que el Gobierno de Estados Unidos y los laboratorios de El Álamo y Livernor planeaban volver a fabricar armas nucleares por primera vez desde el fin de la Guerra Fría.

Hasta aquí, su expediente es sospechoso. Ramos perdió la visa de estudiante pero siguió trabajando como activista, promoviendo los huertos urbanos y sirviendo como mediador en conflictos entre jóvenes pandilleros en East Oakland, al norte de California.

“Si alguien trabaja por comunidades más seguras, ese es Pancho, es alguien que trabaja con jóvenes del barrio para evitar la violencia, es voluntario para recoger comida y ropa para la gente y ayuda a organizar temas de justicia”, explicaba Randall Amster, profesor de Prescott College en Arizona y amigo personal de Pancho Ramos. Para Amster es muy «irónico» que ICE [Migración de Estados Unidos] lo atrapara bajo un programa llamado «Comunidades Seguras», una de las herramientas del Gobierno contra los inmigrantes que no tiene la situación legal regularizada.

Y es que a Pancho Ramos lo detuvo la policía antidisturbios el lunes 14 de noviembre durante una protesta de Occupy Oakland. Estaba meditando junto al activista Frank Ogawa (como se ve en las fotos), en una actitud que la Policía y el juez que lo fichó consideró como “vagabundería” y desorden público. La detención de Pancho generó una ola de solidaridad en California y la presión de miles de activistas que pedían su liberación.

Desde la cárcel, Ramos ya declaró: “¡Sólo díganles que los amo a todos. Este es un gran espacio para meditar!”. Al salir, contó que metieron a los 32 detenidos del jueves en «un cuarto de 3 por 6 metros y denunció: «Así es que tratan a nuestra gente que en su mayoría es pacífica».

Las autoridades, finalmente, lo remitieron al ICE que lo liberó el viernes 18 de noviembre, aunque el proceso para su posible deportación sigue en curso. Los abogados del activista insisten en que Ramos no debe ser deportado ya que según el Gobierno Federal la prioridad son aquellos inmigrantes en situación irregular que hayan delinquido.

Si protestar, “ser un líder barrial y espiritual” –tal y como lo describe Amster-, y colaborar a la convivencia en la degradada zona de East Oakland es delinquir, Pancho Ramos estará pronto en México. De momento, le toca presentarse ante el juez de forma regular, aunque, visto su carácter, es probable que su lucha por la justicia no cese.

Por Equipo Otramérica

Medio amigo de El Ciudadano


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano