Estela de Carlotto alertó ayer sobre las consecuencias negativas de una eventual gestión presidencial de Mauricio Macri para el proceso de verdad y justicia por los crímenes de la dictadura. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo recordó frases de dirigentes del PRO como “basta de mirar para atrás”, “los curros de los derechos humanos” o “hay que abrir las cárceles y liberar a estos pobres viejos”, sugirió que de imponerse el frente Cambiemos “nos obligarían a convivir con los asesinos en la calle” y recordó que en sus ocho años como jefe de Gobierno porteño Macri nunca recibió a las Abuelas.
El legislador Daniel Lipovetzky, diputado electo del PRO, afirmó más tarde que Carlotto “debe quedarse muy tranquila”, que “vamos a mantener una total independencia de las decisiones de la Justicia” y que “nuestra concepción política es que quien comete delitos debe ser alcanzado por la ley, mucho más los que cometieron delitos de lesa humanidad”. “Agradezco las expresiones de tranquilidad, pero me tranquilizan los hechos, no las palabras”, aclaró anoche Carlotto.
Consultada sobre el discurso de la presidenta Cristina Kirchner, la titular de Abuelas celebró poder “acompañar buenos anuncios” y destacó que “abrir la Casa de Gobierno para que todos disfrutemos de esas informaciones es corriente en esta década”. Recordó haber participado junto con otras Abuelas de la asunción de Raúl Alfonsín y haber ingresado a la Casa Rosada en otros gobiernos, pero “nunca con la asiduidad, la continuidad de estas invitaciones, porque la relación que tenemos con el gobierno actual y tuvimos con Néstor fue de consulta, de convocatoria, de querer saber qué pensamos, qué necesitamos, no solamente escucharlos sino escucharnos a nosotros y resolver problemas”.
Carlotto destacó “el respeto y la admiración” en el exterior “por lo que hemos ganado en la Argentina en reparar las violaciones a los derechos humanos” de la dictadura y aclaró que la presencia de Abuelas no es “acompañando a un partido político”. “Ojalá todos los tiempos que vengan sean para poder hacer lo mismo y festejar cosas buenas que hace el Estado, que tiene obligaciones. Nuestra presencia es una presencia ciudadana”, enfatizó.
Carlotto señaló que la posibilidad de que se produzcan retrocesos en materia de derechos humanos, que se frenen los juicios o que todos los condenados vayan a cumplir la sentencia en sus casas, no es una simple suposición. “Lo han expresado”, afirmó. “Acá hay dos ramas de lo que va a ser el ballottage. La persona que se postula y que responde a la continuidad de todo lo que se está haciendo garantiza la continuidad porque lo está prometiendo y conocemos que tiene la palabra siempre empeñada en cumplirlo –dijo sobre Daniel Scioli–. Los que están en la oposición han anunciado ‘basta de mirar para atrás’, ‘los curros de los derechos humanos’, ‘hay que abrir las cárceles y liberar a estos pobres viejos que están detenidos’, nos obligarían a convivir con los asesinos en la calle. Pienso qué argentino desea volver a ver a esos personajes que además de no arrepentirse lo volverían a hacer.”
Carlotto alertó sobre la posibilidad de que se generalicen liberaciones de represores y destacó que “en la función como jefe de Gobierno de la Ciudad no lo conocemos (a Macri), yo no me reuní, Abuelas nunca se reunió con él porque no nos convocó”. Agregó que el gobierno porteño levantó hace dos años “un pequeño subsidio para encontrar a los jóvenes desaparecidos” y que “está escrito, dicho y visible que no van a responder en absoluto a todos estos temas”. “Y la revisión que harán seguramente será para un retroceso, para cerrar cosas ya conseguidas”, advirtió.
“Dicen que la ex ESMA debe ser un lugar abierto, pero ¡eso ya está hecho!”, resaltó y recordó las permanentes visitas de escuelas y delegaciones del país y del exterior. “Entonces qué están inventando, qué están diciendo, qué seguridad nos dan”, planteó.
Carlotto dijo que no había que tener “nada de pesimismo” y se mostró confiada en “la fuerza del pueblo argentino”. “La gente es inteligente. Va a triunfar lo que más queremos”, aseguró.
Fuente: Página 12