El estudiante de Pedagogía en Matemáticas y Física de la Universidad de Chile, Esteban Alejandro Bravo Mora (19 años), denunció que el pasado 10 de diciembre, en el marco de movilizaciones que se realizaban en el Campus Juan Gómez Millas de esa casa de estudios en contra del Sistema de Fondos de Pensiones (AFP), fue víctima de los disparos de un funcionario de carabineros que habría apuntado directamente a los manifestantes, siendo alcanzado por al menos cuatro impactos en su cuerpo.
El joven relata que estando en las afueras del campus vio estacionarse una camioneta de la policía «de la cual se baja un carabinero sin casco ni armadura, pero con un rifle en la mano». Recuerda que mientras el uniformado se acercaba “cargaba el rifle” y que “cuando estuvo a 50 metros de nosotros comenzó a disparar, primero a ciegas dentro del Campus alrededor de tres veces, y luego tres veces más, como mínimo, en dirección a la puerta sin dejar de acercarse”.
Agrega que mientras “intentaba escapar de la línea de fuego recibí un impacto en la espalda, acto seguido sentí dolores por el resto del cuerpo y algo similar a una descarga eléctrica en el antebrazo derecho” y que “mientras resistía el dolor escuchaba que gritaban `la niña, le dieron en el ojo’”, por lo que –según este antecedentes- existirían más casos de afectados que aún no han sido denunciados.
Bravo explica que en las radiografías que se realizó tras el ataque aparecen al menos 4 balines en su cuerpo -los que aún mantiene alojados- por lo que estos no podrían ser de goma, sino que de metal. Agrega, además, que ha constatado otros impactos en otras partes de su cuerpo, por lo que se realizará una nueva revisión médica.
«Ningún gobierno en democracia se ha atrevido a cambiar estas políticas represivas»
El joven fue recibido ayer martes por Lorena Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), junto al dirigente Cristián Cuevas, quien está acompañando al estudiante en este proceso de dar a conocer el hecho. El ex Agregado Laboral de la Embajada de Chile en España renunció en agosto pasado a este cargo, precisamente producto de la violencia ejercida por Carabineros en el marco de movilizaciones de trabajadores del cobre, donde fue asesinado el trabajador contratista Nélson Quichillao López a manos de esta policía.
«Los jóvenes no se atreven a denunciar», planteó Cuevas, relevando la importancia de que Esteban Bravo Mora sí lo haya hecho, acusando de paso que «ninguno de los gobiernos en democracia se ha atrevido a cambiar estas políticas represivas». El dirigente denuncia además que cuando ocurrió el baleo la Universidad de Chile solo se limitó a conseguir un taxi para el traslado del joven herido, sin destinar a alguien para que lo acompañara a la asistencia pública. Cuevas adelantó también que junto al abogado Rodrigo Román, de la Defensoría Popular, se querellarán por lo ocurrido al estudiante.
Por Daniel Labbé Yáñez