Con el patrocinio del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), una profesional que se desempeñó como jefa de carrera en la Universidad de Las Américas (UDLA), presentó en tribunales una demanda contra la casa de estudios por lo que considera un hostigamiento y despido en razón de su orientación sexual.
De acuerdo a la información difundida por la colectividad LGBTI, la afectada había ingresado a trabajar a la UDLA en 2013 y un año más tarde asumió como directora de una de sus carreras. En la Universidad su desempeño siempre habría tenido buenas evaluaciones, «hasta que le confidenció a una de sus superiores que era lesbiana», según denunció el Movilh.
La abogada de la agrupación, Mónica Arias, detalló que debido a rumores entre algunos colegas referentes a su orientación sexual, en marzo de 2018 la profesional decidió mantener una conversación de carácter confidencial con una de sus jefas directas. «En dicha conversación, la jefa aseguró total discreción, por lo que la profesional reconoció ser lesbiana y pidió que ello no fuese divulgado. Al día siguiente, la vida personal de la profesional pasó a ser conocimiento de una gran parte de los funcionarios de la Universidad», asegura el Movimiento.
El Movilh agrega que a ello se sumó un «trato hostil y de acoso laboral» por parte de la jefa, lo cual se habría traducido -señala la organización- «en obtener por primera vez bajas calificaciones por su desempeño y en menoscabos públicos». «Entre otros, la jefa señaló a la profesional que ‘tú no eres apta para el cargo, lo que es obvio dada tu condición que todos sabemos'», se detalla en la demanda.
El colectivo LGTBI añade que estos hechos fueron comunicados en mayo de 2019 a uno de los decanos, quien se habría comprometido a investigar y solucionar lo ocurrido. «Sin embargo, ello jamás ocurrió. Por el contrario, la mujer terminó siendo despedida semanas después por ‘necesidades de la empresa'», explica el Movilh.
A juicio de la abogada Arias, todo ello «vulnera la no discriminación garantizada en la Constitución, el Código Laboral y la Ley Zamudio».
En este contexto, la vocera del Movilh, Daniela Andrade, expresó que «aquí hubo daño psicológico, moral y laboral. La UDLA no estuvo a la altura de las circunstancias y con su proceder terminó validando y legitimando la lesbofobia de una de sus trabajadoras, usando la herramienta más repetida para humillar y despedir a una persona LGBTI: el artículo 161 del Código del Trabajo, que habla de despedidos por necesidades de la empresa». «Esperamos que se haga justicia y que tribunales sancione a la UDLA», finalizó la jurista.