El ex oficial operativo de la DINA, Miguel Krassnoff Martchenko, pese a estar implicado en múltiples crímenes de tortura, asesinato y desaparición, tiene la posibilidad de obtener su libertad condicional, como beneficio otorgado por los tribunales de justicia. La maniobra de Krassnoff es argumentando ‘irreprochable conducta anterior’, en circunstancias que jamás ha reconocido crimen alguno y no aportó antecedente alguno en los procesos por violaciones a los derechos humanos.
Miguel Krassnoff ha acumulado condenas de prisión por casi 400 años por diferentes crímenes en los que participó, siendo la Operación Colombo, en donde se asesinó a 119 opositores a la dictadura, uno de los más sangrientos.
La Primera Sala de la Corte de Apelaciones acogió un recurso de protección presentado por el ex brigadier (R) del Ejército, Miguel Krassnoff, con el objetivo de obtener su libertad condicional.
Krassnoff fue uno de los agentes de la represión que más condenas judiciales ha acumulado en los últimos años, sólo superado por Manuel Contreras y Pedro Espinoza, jefes máximos de la DINA.
Entre los crímenes que cometió se cuentan las desapariciones del sacerdote español Antonio Llidó y de Diana Arón, joven periodista que a pesar de su avanzado embarazo fue sacada de una cama hospitalaria, luego fue torturada y asesinada con la participación directa de Krassnoff.
El mismo día del golpe, siendo teniente Krassnoff participó en el asalto a la casa del ex Presidente Salvador Allende en Tomás Moro.
Varias fuentes acusan que jogó un rol determinante en la tortura y asesinato del cantante Víctor Jara en el Estadio Chile. Un año después participaría en el asesinato de Miguel Enríquez, fundador del MIR, acción por la que recibió una condecoración de manos de Pinochet.
Luego pasó a trabajar en Villa Grimaldi, como oficial de inteligencia de la Brigada Águila a cargo de la represión al MIR. También pasó por los centros de tortura de Simón Bolívar, José Domingo Cañas y Londres 38.
También fue procesado por su participación en el caso Calle Conferencia, lugar en donde ocurrió la detención y desaparición completa del comité central del Partido Comunista en 1976.
Una vez disuelta la DINA pasó a integrar la CNI, a principios de los años 80. Pese al fin de la dictadura en 1990, Krassnoff siguió con su carrera militar hasta alcanzar el grado de brigadier en 1998.
La lista de crímenes es larga y recién en el siglo XXI el militar fue condenado. Cumple reclusión desde enero de 2005 y suma penas por casi 400 años.
PROTESTA DE LAS VÍCTIMAS
En una declaración de la agrupación de derechos humanos Londres 38, pide al Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior «explicar por qué los tribunales están entregando beneficios a represores como Krassnoff Martchenko o Guillermo González Betancourt (Alias El Bototo), que participó en crímenes como el degollamiento de tres dirigentes comunistas, a quien también le fue acogido un recurso de amparo».
Luego agregan que «es claro que los represores están recurriendo a la justicia para reducir sus penas de cárcel o alcanzar algunos beneficios, mientras los militares en retiro levantan campañas intentando hacer pasar a estos criminales como víctimas por su edad y enfermedades. En paralelo, grupos de presión en las iglesias y el Senado también actúan a favor de la impunidad».
«Los crímenes de lesa humanidad no son objeto de prescripción, amnistía ni indultos. Cualquier medida en esa dirección vulnera los tratados y convenios internacionales firmados por Chile»-sostienen en la declaración.
De todos los torturadores, secuestradores y asesinos de las fuerzas armadas chilenas hay actualmente 1.400 procesados, pero apenas 117 se encuentran cumpliendo condena en Punta Peuco.
Al igual que muchos de ellos, Miguel Krassnoff ha guardado silencio respecto de sus crímenes, no han aportado información en los procesos judiciales ni menos datos sobre el destino de los detenidos desaparecidos.
Uno de los argumentos de los condenados para pedir beneficios penitenciarios, es sostener «irreprochable conducta anterior».
Miguel Krassnoff nunca ha reconocido su culpabilidad o implicancia en las acusaciones presentadas. Se defiende diciendo que “sirvió heroicamente a su país de adopción”.
El Ciudadano
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