Los ex prisioneros políticos cumplieron 78 días en huelga de hambre durante este lunes. En todo este tiempo, denuncian, ninguna autoridad del Gobierno se ha acercado a negociar con los huelguistas y sólo han contado con las visitas aisladas de algunos parlamentarios como Isabel Allende, Tucapel Jiménez, Giorgio Jackson, Alejandro Navarro y Gabriel Boric.
Durante la medianoche del domingo, el ex prisionero político José Miguel Sánchez tomó la drástica decisión de sellar sus labios e iniciar una huelga seca que radicaliza su postura ante la indiferencia de La Moneda.
Al respecto, el vocero Patricio Orellana recalca que «necesitamos respuestas porque los compañeros no quieren bajar la huelga si el gobierno no hace un diálogo con los huelguistas y con la Comisión Metropolitana de Ex Presos políticos».
Entre las demandas de los huelguistas, se encuentra la petición expresa de poner fin a los «50 años de silencio» que fueron impuestos al informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, que actualmente impiden el acceso a documentos, testimonios y antecedentes sobre víctimas y victimarios de los crímenes de lesa humanidad.
Además, exigen una reparación integral que incluya un aumento en sus jubilaciones -«equivalentes a lo que recibe un suboficial retirado del Ejército, cercano a los $600 mil pesos», acota Orellana- y que las personas que no lograron ser calificadas en la Valech 2 -cerca de 22 mil personas- puedan ser reintegradas. Además, piden que se mantenga abierta la calificación de ex prisioneros políticos.
«Queremos que cumplan con los compromisos adquiridos por este y otros gobiernos en materia de derechos humanos. Hace 26 años que no se ha cumplido», recalca.
Huelga seca amenaza gravemente salud de los huelguistas
Ante la ausencia de personeros del gobierno de la Nueva Mayoría para iniciar una negociación con los huelguistas, éstos apuestan a lograr una comunicación con el ministro del Interior, Mario Fernández.
Por ahora, de los seis huelguistas que se encuentran en Santiago -previamente se bajó la protesta de otros ex prisioneros políticos en Concepción- todos mantienen una complicada situación de salud, pero son especialmente tres manifestantes los que están en un nivel más crítico: bajas de pesos de entre 15 a 20 kilos, calambres, cefaleas y problemas renales son algunos de los problemas que los afectan.
«Están asistidos por médicos, porque sin esa asistencia más de alguno ya habría colapsado», informa el vocero de los ex presos políticos. Durante los próximos días de la semana, se irán sumando paulatinamente a la huelga seca que, a 78 días del inicio de la huelga de hambre, presenta un serio riesgo para la salud de los manifestantes de avanzada edad.
«Seguramente hoy, si no hay una mínima respuesta, René Ulloa, un segundo compañero, se sumará a la huelga seca», puntualiza Orellana.
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