Fallece abuelo de normalista asesinado sin encontrar justicia

En un comunicado emitido por los familiares de Julio César, denunciaron la lentitud del Poder Judicial, tras retrasa la segunda inhumación del cuerpo de Julio César Mondragón.

Fallece abuelo de normalista asesinado sin encontrar justicia

Autor: El Ciudadano México

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El pasado martes 29 de Diciembre de 2015, la familia Mondragón Fontes, familiares de Julio César Mondragón Fontes, estudiante normalista de Ayotzinapa, torturado y asesinado la madrugada del 27 de septiembre en Iguala, Guerrero; informaron a través del portal en Facebook “Colectivo El Rostro de Julio”  el fallecimiento de Teófilo Mondragón, abuelo de Julio César Mondragón.

Mencionaron que “a las 7 y cuarto aproximadamente; lamentablemente falleció, se fue sin poder reinhumar a su nieto”.

Así mismo, responsabilizaron los familiares al gobierno por el deterioro de la salud del abuelo de Julio; “ineptitud y mala voluntad de este gobierno asesino. Su salud fue disminuyendo desde la muerte de su nieto”.

Teófilo Mondragón, fue regidor en San Miguel Tecomatlán, durante su gestión protegió el bosque del pueblo que aún permanece como su legado.

Así mismo, en un comunicado emitido por los familiares de Julio César, denunciaron la lentitud del Poder Judicial, tras retrasa la segunda inhumación del cuerpo de Julio César Mondragón Fontes, revictimizando a su familia.

“Exigimos al Juzgado Tercero Penal de Primera Instancia con residencia en Tepic, Nayarit así como al Juzgado Primero de Primera Instancia con residencia en Jalacingo, Veracruz, que hagan su trabajo y notifiquen con carácter urgente a los imputados por la muerte de Julio el contenido de los exhortos 093/2015-II y 91/2015 que respectivamente obran en manos de personal de estas instancias desde el 20 de noviembre de 2015”, mencionaron.

El 4 de noviembre fueron exhumados los restos del estudiante normalista Julio César Mondragón Fontes, una de las 6 personas ejecutadas extrajudicialmente el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

Por Ricardo Ortiz

El Ciudadano


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