«Somos la familia de Jose Huenante, hace 10 años estamos esperando que se haga justicia, queremos que avance el caso y no se ha avanzado nada, no ha aparecido su cuerpo, no se han hecho nuevas búsquedas, no hay nuevas investigaciones. Sentimos que los tribunales han sido lentos, no hemos sentido apoyo de las autoridades, solo han estado silenciados y no han sacado el caso a la luz. Como familia sentimos que nos han dejado solas con el dolor de tener un familiar desaparecido ya 10 años, lo que nos ha provocado mucho daño emocional y de salud.»
Así comienza el comunicado emitido por la familia del joven adolescente, que a 10 años de su desaparición (3-9-2009) en Puerto Montt, ha denunciado una vez más la nula implicancia de autoridades y gobierno para esclarecer el caso, con el agravante de que la última pista del paradero de Huanante lo sitúa a metros de su casa tras subir como detenido a un carro de carabineros, todos ellos identificados.
«Todos sabemos que fue el actuar de Carabineros el que provocó la detención, secuestro y desaparición de nuestro hijo, hermano y sobrino Jose Huenante. A pesar de ello, la Fiscalía Militar refuta drásticamente las únicas pruebas que arrojó la investigación y sin seguir investigando, descarta la participación de carabineros», denuncia la familia, criticando la impunidad que pesa sobre los hechos.
De hecho, la justicia no ha hecho grandes esfuerzos para establecer lo que sucedió con el primer detenido desparecido en democracia. Esto a pesar de los indicios que apuntan a los funcionarios policiales como presuntos autores de la desaparición y al clima de violencia y abuso policial que enfrenta el pueblo mapuche y que tiene otros precedentes con desenlaces fatales, como la muerte de Matías Catrileo (2008).
«Hoy más que nunca pedimos la verdad sobre lo que paso con Jose Huenante. Pónganse en nuestro lugar. Les decimos a quienes saben que hablen, que digan qué paso y dónde está. Que nos permitan darle una digna sepultura. Que se pongan una mano en el corazón y pierdan el miedo y digan la verdad, que entreguen esa información y que nos entreguen su cuerpo», solicita la familia en un intento desesperado porque se haga justicia con su hijo.
Al igual que la madre de Emilio Berkhoff, Cecilia Huenante Huilitraro tampoco es la madre de Larraín ni de Dávalos. Vea ‘Yo soy la madre…’ El emotivo canto de la madre de Berkhoff a la (in)justicia chilena.