Félix Díaz, comunero Qom: «Para el Estado argentino un indígena muerto es un problema menos»

Al decir, las palabras de Félix Díaz vienen volando de lejos

Félix Díaz, comunero Qom: «Para el Estado argentino un indígena muerto es un problema menos»

Autor: Cristobal Cornejo

Al decir, las palabras de Félix Díaz vienen volando de lejos. No precisa de altavoces cuando vibra la comunidad Qom mediante su mensaje. Apresado, maltratada su familia, desheredado y sin camisa, Félix es la autoridad indígena más reconocida del territorio argentino. Se la ha llevado peleando junto a su pueblo toda la vida en el extremo norte de un país que, por un costado parece ejemplo de democracia representativa, y por otro, rezuma odio de clase, de origen, de brutalidad terrateniente y venganza del capital.

Félix Díaz no es histriónico, dice con voz segura y desde abajo, como si sus afirmaciones fueran árboles sin tiempo. Sólidos y brillantes al mediodía, a pesar de todos los dolores y las ramas carbonizadas.
-La comunidad Qom empieza a sentar su ‘existencia medial’ en los últimos años, hace muy poco tiempo. Tan fuerte es el racismo, tanto el odio y el desprecio. ¿Por qué decidieron volverse ‘visibles’?

-“Comenzamos a manifestarnos en el 2010 frente al Estado provincial a causa de una nueva ola de despojo territorial y la negación de los derechos constitucionales que se deberían aplicar para proteger los territorios y la integridad física de los pueblos de Formosa. Hemos dicho que no queremos más que se nos trate como objetos, sino como seres sujetos de derecho. Por eso es legítimo y legal que luchemos por frenar la violencia en nuestra contra, y terminar con los ataques que pretenden silenciar nuestras demandas: tierra y vida. El 23 de noviembre de 2010 perdimos a nuestro hermano, Roberto López, en manos de la policía de Formosa, y hasta ahora no se ha investigado ese hecho. No existe ningún policía detenido. Sólo indígenas han sido procesados por resistencia a la autoridad y un montón de figuras con el fin de acusar a los pueblos indígenas de ser ‘los malos’ de la película. El gobierno de la provincia apoya y defiende el accionar armado de la policía, quemando nuestras casas, los documentos nacionales de identidad. Apresaron a mujeres, ancianos y niños. Actualmente, continúa peleando el hermano Samuel Garcete que está inválido en un hospital y ha sido también víctima de la represión. El caso nuestro ha sido conocido por la tragedia del 23 de noviembre de 2010. Hemos recibido apoyo de profesionales, artistas, intelectuales, de muchísima gente que repudia la actitud de este gobierno democrático que lo único que hace es tapar la injusticia con discursos mediáticos.”
-¿Y los derechos sociales en el país ‘de los Derechos Humanos’ como reza la propaganda oficial?
-“Esto no da para más. No podemos andar sólo mirando el sufrimiento de nuestra gente cuando muere algún hermano por falta de acceso a la salud, falta de acceso a la justicia. Hemos demostrado que nuestra lucha es justa y nunca exagerada. Estamos intentando ser parte de este país que se dice ‘Argentina’, y que todavía ignora nuestra existencia. Nos han reconocido como ‘pueblo preexistente’, pero no se nos respeta como corresponde.”
ABAJO Y ARRIBA, LA TIERRA
-En Argentina la propiedad de la tierra, la reforma agraria o el latifundio son tabúes. ¿Cómo enfrentar el robo que han sufrido?
-“De las tierras no se habla porque el gobierno dice que ese problema está en manos de la justicia, y cuando nosotros exigimos el cumplimiento de la ley 26.160 –creada para garantizar la regularización de las tierras de los pueblos indígenas- se nos burla y posterga.”
-¿Cuál es la reivindicación que enarbolan al respecto, en un Estado argentino que fundó la propiedad privada de la tierra en el obsequio a un puñado de terratenientes de casi 42 millones de hectáreas hacia fines del siglo XIX y primer cuarto del XX?
-“Nosotros continuamos reclamando la devolución de las mil 300 hectáreas que están en poder del Parque Nacional, el cual es propiedad del gobierno de la provincia y de una familia criolla privilegiada por el gobernador Gildo Insfrán –que lleva 5 períodos en el cargo y tres como vice Gobernador . Existe una corrupción enorme que facilita la persecución indígena y la de sus dirigentes cuando se manifiesta cortando la ruta. Allí se deja caer una sanción penal ‘para que dejen de joder’ como ellos dicen, porque ‘los indios son vagos, haraganes y para qué quieren tierra’.”
-Como gran novedad, los poderosos los acusan de estar ‘contra el progreso’…
-“La tierra es parte de nuestra existencia. No es negociable ni un recurso económico, como sí la ven los empresarios que tienen mucha hambre de destrucción de la misma vida. Deseamos mantener a la Madre Tierra intacta frente a la contaminación ambiental debido, entre otras, a la fumigación de la soja.”

EL ESTADO CALLA PORQUE TIENE LA FUERZA

-El pueblo mapuche, sobre todo el que sobrevive en territorio de Chile, diariamente es golpeado por el Estado uniformado. Ustedes se encuentran en el norte, ¿se trata del mismo viejo combate?
-“Lo que sufre el pueblo mapuche en territorio de Chile nos provoca mucha tristeza. Me dan mucha bronca los balazos sobre ancianos, mujeres, niños. No sé si se trata de gente o de inhumanos los que disparan. Sé lo que es sobrevivir en medio del ataque cotidiano de una fuerza armada que lo único que hace es matar y no discutir. Muchas veces no nos dejan dormir siquiera, preocupados de si habrá mañana para nosotros.”
-Parlamentar es una práctica añosa de los pueblos indígenas…
-“Los indígenas siempre hemos querido hablar, decir las cosas como son. Pero el Estado se niega al diálogo. Para él cuando un indígena muere es un problema menos. Sin embargo, no es admisible que existan categorías de personas entre los seres humanos por tener un color distinto, un idioma distinto.”
-¿Qué vínculos tienen con los indígenas de los países vecinos?
-“Los indígenas que habitamos el norte nos relacionamos con los del Paraguay, Bolivia y otros países. ¡Y compartimos la misma cosmovisión! La muerte planificada proveniente del Estado y los grandes terratenientes para borrarnos del planeta ha sido esquivada sabiamente por nuestros ancestros. Pero no se conforman con haber matado a millones de indígenas. Nosotros damos nuestras vidas porque amamos a la Madre Tierra. Y estamos convencidos que la única forma de salir de este problema es a través de un diálogo político. La justicia no sólo tarda, sino que no funciona para nosotros. Sólo falta voluntad política de los Estados.”
-Ahora mismo está en curso la campaña para desalojar el céntrico monumento al general y ex presidente de la nación, Julio Argentino Roca, mata originarios y mata trabajadores. ¿Qué significa para la lucha del pueblo Qom?
-“La Campaña para sacar el monumento del general Julio Argentino Roca de la Ciudad de Buenos Aires, es una gran oportunidad para decir lo que sentimos. El general Roca fue el ideólogo de tanta muerte. Claramente sacar la estatua no nos soluciona los problemas de fondo, pero al menos nos brinda la posibilidad de decir y contar cómo es la vida de los pueblos indígenas. El pasado siglo y el presente es y será recordado por miles de indígenas perseguidos y arrinconados en lugares inhóspitos. Desde el comienzo de la colonización que nos han corrido hacia el monte para hacerse de nuestras tierras. Y ahora ocurre que donde nos trasladaron a la fuerza se encuentran los recursos más codiciados por ellos. Nos matan otra vez y nos arrebatan lo poco que nos quedó. Lo mismo ocurre con la resistencia de los hermanos de Chile, de Bolivia, de Paraguay.
-Los Estados en América Latina no fueron una creación de los pueblos indígenas…
-“La zona que nosotros habitamos linda con la frontera de Paraguay. Entonces cuando de Argentina se pasa al Paraguay, hay que decirse paraguayos y cuando ocurre al revés, hay que decirse argentinos, toda vez que los indios no teníamos fronteras. Por eso cuando mueren muchos indígenas, no aparecen en los informes porque no están registrados. La discriminación de los Estados es muy difícil de explicar con palabras.”
Por Andrés Figueroa Cornejo
El Ciudadano

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