Pascua feliz para TOD@S. Lanzan postales navideñas de familias con padres del mismo sexo

Hay ciertos espacios que parecieran estar vinculados exclusivamente al poder hegemónico, a la heteronormatividad y al status quo.

Los tres conceptos mencionados anteriormente son complejos y pareciera que quien las dice es una feminista recalcitrante, sin embargo no es tan así, pero tampoco lo contrario y cuesta nombrar estos tres aspectos de nuestra sociedad sin caer en dichos conceptos con los cuales tan poca gente está familiarizada.

Hago esta reflexión, antes de partir completamente el texto ya que veo inmediatamente la brecha que se genera a partir de las palabras y me siento una otredad o «una otra, que es diferente a ti» que pretende hacerse entender y lo está haciendo pésimo, porque en Chile, esos conceptos lamentablemente no los enseñan en el colegio y son tan necesarios. Necesarios como las postales de las que te quiero hablar.

Lo que pretendo decir es que hay ciertos espacios que pareciera que son de completa exclusividad de lo que entendemos por «normal», producto de la ignorancia y de un poder vertical que es violento y del cual no participamos.

Uno de esos espacios es la navidad.

Y la navidad, si no eres un niño, hijo de un matrimonio conservador, católico y capitalista es muy violenta si uno la mira con detención. En ella se perpetua la idea de la «familia bien constituida» (papá, mamá, hijo). También se perpetua en ella uno de los estereotipos más dañinos respecto del género femenino y es que la protagonista es «María Virgen, madre de Dios» en donde queda de manifiesto que el «deber de la mujer es ser casta, sometida, obediente y devota». También en navidad, queda muy latente la idea del afecto mediante obsequios que, según el precio, hablan de la cantidad y calidad de lo que sienten por ti.

La navidad también es violenta con los niños que no tienen una familia tradicional; una familia que no se parece en nada a la del pesebre. Es violentísima con los niños de los orfanatos y hogares en donde las muestras de afecto que les llegan no son más que obras de caridad en vez de un legítimo cariño por ser las personas que son.

También es una tradición violenta con las parejas que se acaban de separar y que deciden romper la institución familiar a cambio de la posibilidad de enmendar lo que a veces es un error y optar por la posibilidad de ser nuevamente, (o quizás de una forma diferente) felices.

La navidad es violenta con todos los que somos pobres en materia económica o, lo más triste, en materia de afectos. Y también con todos aquellos que no cumplimos con el estereotipo que vemos en los comerciales de coca cola o de las tiendas del retail en donde nos muestran la plantilla de lo que es la felicidad en el seno de un hogar «como Dios manda». Más violenta es cuando no tienes cómo explicarle a tu hij@ que el viejito pascuero fue menos generoso en casa que con los vecinos porque…

¿Qué excusa se puede encontrar para explicar aquello, sino es la verdad?

Entonces es maravilloso cuando aparece el Movilh difundiendo postales navideñas con familias homoparentales. Que gran revés a toda esa violencia. Es hermoso darte cuenta de que, con un gesto tan simple, se puede hacer uso también de esa institución navideña para promover el respeto a la diversidad social y de paso dar un poco de alegría y más dignidad y valor a los hijos/as de parejas del mismo sexo.

“Todas las familias merecen igualdad de derechos y, por cierto, ser muy felices en las fiestas de fin año. La navidad es por excelencia un momento muy familiar, de cercanía con quienes amamos. Con estas postales queremos visibilizar la diversidad familiar y entregar un mensaje de alegría y paz a los hijos/as de parejas del mismo sexo” , fue lo que señaló Daniela Andrade, vocera del Movilh.

No hay que ser muy brillantes para saber o al menos imaginar que los hijos, no solo de parejas del mismo sexo, sino todos los niños de familias que son diferentes, son víctimas de la discriminación y es muy importante que se estén visibilizando estas realidades y de esta forma, conquistando espacios en la configuración social mental que tenemos los chilenos de nosotros mismos. No porque el hecho de que en Chile las parejas homoparentales no tengan derecho a adoptar no quiere decir que esos hijos no existan. Son muchísimas las parejas que optan por tener hijos de forma biológica y esa realidad no se muestra en las estadísticas.

Es más, ni siquiera te lo preguntan en el Censo. por lo tanto, no hay registro y por lo mismo, no podemos dimensionar ni tomarle el peso realmente a quienes componen nuestro cuerpo social.

Las postales fueron diseñados por Aquiles Avalos a razón de la discriminación que padecen los hijos/as de parejas del mismo sexo en algunas iglesias. Y es esa quizás la peor de las discriminaciones: Cuando te dicen que, por ser quien eres o hijo de quien sea, no eres digno del amor de Dios. Eso es peor que ser como la caca. Si no eres digno del amor de dios, entonces no eres digno de nada (Obviamente esto para los creyentes).

“Nunca he visto familias homo-parentales representadas en arte navideño. Considero importante que las familias homoparentales se sientan incluidas en actividades relacionadas con la navidad, que es la celebración del nacimiento de Jesús”, dijo Avalos.

De acuerdo a estudios del Movilh, el 10% de las parejas del mismo sexo declara tener hijos en Chile. En el 86% de los casos las madres lesbianas tiene la custodia de sus hijos, pero la cifra sólo es del 33% cuando se trata de los gays.

Estas cifras son muy fuertes y es una de las luchas que hay que librar. No es justo y menos en estas fechas en las que los indices de suicidio se van a las nubes, porque la gente se pone sensible. (Si no me crees, pregúntale a la gente que trabaja en Metro cómo aumentan los suicidios en estas fechas). Y entonces, no nos queda más que alegrarnos al infinito y más allá -Como bien diría Buzz Lightyear- de este lanzamiento de Movilh, del trabajo de Avalos y esperar que mucha gente se sume a esta campaña.

Vale recordar que la promoción de  derechos de familias diversas,  se suma a la ya tradicional campaña navideña de recolección de regalos para niños/as con VIH/SIDA y/o en riesgo social que el Movilh viene realizando hace 16 años, entendiendo que la discriminación tampoco es una cuestión únicamente de género, sino también de condición social (cosas que muchas veces van de la mano).